Javier Díaz, un joven periodista cubano, ha compartido a través de sus redes sociales un post y ha asegurado que, romper el hermetismo que lo ha caracterizado en relación con su vida personal, se debe a que está celebrando.
Según explica, hace cinco años llegó a Estados Unidos, tras una dura travesía que lo llevó a ese país al que hoy le da las gracias por todas las oportunidades que le ha brindado.
Asimismo, dejó claro que daría su vida por este país de libertad si tuviera que hacerlo, en tanto dejó claro que el comunismo y las dictaduras son más fuertes y dañinas de lo que pueda imaginar cualquiera que no los conozca.
Díaz, que trabaja para la cadena Univisión, explicó que arribó a tierras de libertad el 8 de enero de 2016.
Cubita NOW reproduce sus palabras, de manera íntegra, a continuación:
Siempre he sido muy reservado con mi vida personal pero un 8 de enero hace ya 5 años llegué a este gran país que en las últimas horas ha dado mucho de qué hablar.
Solo les diré que durante dos meses atravesé por 8 países y viví experiencias inolvidables arriesgando durante todo momento mi vida. Como es de imaginarse por mi aspecto en la fotografía, estaba muy flaco y llegué solo con una mochila.
Me imagino que en esta publicación algunos comentarios no serán favorables, pero de eso se trata en parte la democracia: respetar el criterio de otra persona, aunque no nos guste.
Lo más importante es que quiero agradecerle a esta gran nación que me abrió sus puertas un día como hoy y que contribuyó a que mi vida cambiara de la noche a la mañana.
De este país me siento orgulloso y como un inmigrante más lo amo con todo mi corazón como tal vez nunca llegué a sentir por Cuba, el país donde nací y me crié. Por este país, en cambio, si estaría dispuesto a dar mi vida y no pelearía por su libertad obligado por una dictadura.
Solamente quiero que sepan, aquellos que nunca han vivido en un país comunista, que no tienen ni idea de cómo es realmente, por mucho que te cuenten.
Todos los países tienen imperfecciones y en nosotros está valorar las que realmente nos convierten en personas de bien.
Todos los días agradezco una y mil veces formar parte de esta nación y aunque me hubiese gustado haber nacido y crecido aquí, al menos tengo ahora un patrón de comparación para poder agradecer aún más lo que significa vivir en un país de libertad.