El empresario Elon Musk, en colaboración con el presidente electo Donald Trump, anunció un plan radical para reducir drásticamente la burocracia y el gasto gubernamental en Estados Unidos. Musk, junto al también empresario Vivek Ramaswamy, dirigirá el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), con el objetivo de implementar reformas estructurales que prometen recortes masivos de personal y ahorro de más de 500 mil millones de dólares en el presupuesto federal.
En un artículo pagado publicado en The Wall Street Journal, Musk describió la burocracia gubernamental como una “amenaza existencial” para la democracia estadounidense. Según el empresario, la proliferación de regulaciones promulgadas por agencias federales sin la aprobación del Congreso es antidemocrática y va en contra de los principios de los fundadores del país.
“El presidente tiene una oportunidad histórica de revertir décadas de abuso burocrático invalidando miles de regulaciones no autorizadas por el Congreso”, señaló Musk. El plan, respaldado por una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo y los poderes ejecutivos de Trump, se centra en tres áreas claves: rescisión de regulaciones como la eliminación de reglas innecesarias impuestas por agencias federales; reducción administrativa, o lo que es lo mismo, recortes significativos de personal en el gobierno y ahorro de costos.
Este último aspecto se refiere a identificar y eliminar gastos considerados superfluos, incluyendo el financiamiento de programas como la radiodifusión pública y organizaciones como Planned Parenthood. El equipo del DOGE, compuesto por expertos legales y técnicos, trabajará de la mano con la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, señala el texto.
El todopoderoso (ahora más) dueño de Tesla se centró en una de sus propuestas, la de eliminar el teletrabajo entre los funcionarios. En un post preguntó por qué los contribuyentes deben pagar por mantener oficinas públicas vacías, lo que constituye uno de los argumentos de su plan.
Musk cita un informe de la Junta de Reforma de Edificios Públicos, publicado en abril pasado, que descubrió que en promedio las oficinas federales en la capital de Estados Unidos tienen una ocupación diaria del 12 %.
“El Departamento (ministerio) de Agricultura, con espacio para más de 7 mil 400 personas, recibe un promedio de 456 al día (6 % de ocupación)”.
Citando un informe del organismo federal independiente creado en 2016 para recomendar formas de dar uso a las propiedades federales no utilizadas, dijo que el Servicio de Edificios Públicos gasta 2 mil millones de dólares al año para mantener el espacio de oficinas de las agencias gubernamentales, así como 5 mil millones anuales para arrendar espacio a las agencias gubernamentales, la mayor parte de los cuales no se está utilizando.
La colaboración entre Trump y Musk marca un giro sorprendente en su relación. Aunque en 2022 Musk criticó abiertamente a Trump, en los últimos años se ha convertido en un aliado clave, destinando más de 150 millones de dólares para apoyar su campaña y asumiendo un rol estratégico en su gobierno.
“Somos empresarios, no políticos. No estamos aquí para cortar cintas, estamos aquí para cortar costos”, escribieron Musk y Ramaswamy.
El ambicioso plan ha generado tanto apoyo como críticas. Mientras sus defensores argumentan que reducirá el tamaño del gobierno y aumentará su eficiencia, los opositores advierten que los recortes masivos podrían afectar servicios esenciales y aumentar el desempleo. El programa de eficiencia gubernamental se perfila como una de las iniciativas más audaces del próximo mandato de Trump, con Musk liderando una cruzada que podría redefinir la estructura del gobierno federal.