“La jugada está “apretá”, fue el comentario que hizo a la prensa oficialista el director de los molinos Turcios Lima, en La Habana, Wilber Parra, respecto de las coberturas de harina de trigo en el país, necesarias para un alimento tan básico y demandado como el pan de la canasta normada.
El domingo llegó un barco a puerto cubano y comenzó la descarga de 21 mil toneladas de trigo canadiense, al que en condiciones normales se le hubiera podido extraer más harina. “Con más reposo y la humedad ideal, el rendimiento fuera mayor. La premura con la que hay que llevar la harina a la población no nos permite otra cosa”, explicó el directivo al periódico Trabajadores.
En la actualidad, el rendimiento oscila entre el 72-73 por ciento. “Con mejores equipos debía darnos un 75%, pero el estado técnico de ellos tampoco es el óptimo”, admitió Parra. El molino que dirige es uno de solo cinco existentes en el país, y está integrado por 180 trabajadores.
“Hoy tenemos un ritmo bueno y logramos unas 500 toneladas más de descarga que lo pactado con los barcos, lo cual es muy bueno, porque esos trabajadores pueden ganar entonces por pronto despacho”, expuso.
“El propósito es ese pronto despacho, si lo logramos sería un importante ahorro para la economía nacional. Además, constituye un dinero que va a esos trabajadores”, dijo Suset Álvarez, secretaria general del buró sindical.
Sin embargo, a los empleados se les debe dinero de las labores con otros barcos en menos tiempo que el previsto.
“La estrategia principal tuvimos que hacerla con la salida de la harina y del trigo ya descargado. Normalmente producimos 90 toneladas diarias, cantidad que podemos trasegar sin problemas para las provincias. Pero ahora hemos tenido que cabotear trigo 24 horas, por lo que el personal encargado de esa tarea, entre ellos los del pesado y el almacén, han trabajado en horarios emergentes. Saben su labor y han venido para acá”, apunta el director.
“Cuando empieza la descarga no paramos hasta extraer todo el trigo de las bodegas del barco”, subraya Parra. No obstante, la descarga se detuvo recientemente porque la grúa Vigán, encargada de la extracción, se rompió.
“Anoche se trancó la turbina. Lo primero que hicimos fue intentar su reparación, algo muy complejo. La estamos cambiando”, declara el subdirector técnico del molino, Víctor Fernández. “Por suerte teníamos una nueva en el almacén y pronto reiniciamos la descarga”, dijo José Luis Ramírez, jefe de montaje industrial.
En redes sociales, los cubanos han criticado la calidad del pan que adquieren en puntos de venta estatales. “Mira el pan de cuota a que dan en el poblado de Jicotea de la provincia de Ciego de Ávila. Lo único que espero de esta supuesta revolución son decepciones y veo que en eso es lo único que son capaces de cumplir”, expresaba una madre la semana pasada.
“Es una burla a los niños, a los adultos mayores y a personas que son trabajadores y que lo único que tienen para el desayuno y la merienda, que muchas veces tienen que aguantar hasta la hora de la comida. En estos momentos ya es hasta un lujo el almuerzo. De verdad, ya no sé cuándo piensan dar la cara y decir la verdad de la situación y dejar de ocultarse tras la palabra continuidad”, agregó.