Sí, tal y como usted lo leyó. No es ficción, es real y sucedió en la isla y la víctima es una cubana.
La historia la recoge la prensa independiente que tuvo la posibilidad de conversar con familiares de esta mujer a la que un simple trueque le salió bien caro.
"Cambio un pomo de champú por un paquete de café", dijo en su cuenta de Facebook Mileidy Martínez, una residente en la ciudad de Sancti Spíritus quien, a las tres horas, recibió a la policía para hacer un registro en su vivienda y se la detuvo.
Así lo explicaron a 14ymedio sus seres queridos.
"Llegaron, le revisaron hasta el teléfono móvil y se lo decomisaron", comentó un pariente de Martínez al rotativo.
"Aunque no encontraron nada más en la casa, porque realmente era solo un pomo de champú que tenía, que lo llevaba guardando hace un tiempo y decidió cambiarlo por café, de todas formas, se la llevaron", añadió.
De igual modo, detuvieron en ese barrio a un panadero por publicar, también en un grupo de Facebook, una foto de una caja de cerveza que tenía a la venta.
"Les pareció sospechoso que él tuviera un auto Hyundai, pero eso no está prohibido y su familia en el extranjero lo ayudó a comprarlo", señaló una vecina.
"Están poniendo multas y llevándose presa a la gente por boberías", argumentó un residente en la barriada espirituana de Colón.
"Aquí cargaron con una vecina que estaba vendiendo el arroz que había comprado por la bodega, era su propia cuota, no se la había robado a nadie ni la desvió de ningún almacén estatal, pero se la llevaron y sigue detenida", refirió.
"En los años 90, cuando yo era joven, se lanzó la Operación Maceta y recuerdo que mucha gente que tenía algo de solvencia económica fue llevada a prisión", indicó Wilfredo, un trabajador por cuenta propia que hasta hace poco gestionaba un próspero negocio de venta de pizzas, cerrado ahora debido a la pandemia.
"En aquella época si te señalaban como maceta (rico), te lo quitaban todo", detalló.
"Recuerdo que en mi barrio se llevaron detenidos a varios vecinos y la gente hacía el chiste de que la policía iba a cargar con todo aquel que tuviera más de dos latas de leche condensada porque ya eso era ser maceta", rememora. "Ahora esa broma se ha convertido en realidad, porque el otro día vi cómo se llevaron preso a un viejito que estaba vendiendo el tubo de pasta dental que le dan por la libreta".