El Estado cubano financia la instalación de una planta para la obtención de harina de yuca en la provincia de Artemisa, en el occidente del país, que podría estar lista en febrero como respuesta alternativa a la escasez de trigo en la isla.
La Empresa Cítricos Ceiba (ECC), ubicada en Caimito, se ocupa del montaje de la línea de producción y la preparación del local, refiere un reporte publicado este miércoles por la prensa oficialista local.
“Bajo cosecha hay unas 9 hectáreas (ha) de yuca, suficientes para el inicio. Dentro del total de tierras, tenemos un programa para la siembra de la yuca; como mínimo en un año debemos sembrar 300 ha para mantener la industria, con un rendimiento de entre 8 y 10 toneladas (t) por ha”, dijo Alejandro Valdés, director general de la ECC.
Desde el mes de junio, están inmersos en el proceso de montaje y los ajustes tecnológicos. “El donativo comprendía las piezas principales, pero no las cintas transportadoras. Gracias a la sapiencia de los obreros hemos ido dándole solución a todo. La otra parte la asumen constructores”, explicó.
Una brigada de la Mipyme Kto Construcciones, labora en el lugar. “Ante la escasez de materiales de construcción ha sido difícil cumplir los plazos, pero eso no nos amilana. Estamos en la recta final”, declaró Orestes Leiva Leiva, administrador de la entidad.
“En recursos ahora lo tenemos todo: la parte eléctrica, las redes hidráulicas y el piso, que está contratado en su totalidad, pero entra en pequeños volúmenes”, agrega.
La industria comenzaría con una capacidad de 200 a 1 200 kilos por día. La tecnología en pleno uso permitirá obtener alrededor de una tonelada de harina, tras procesar dos de yuca fresca. Se aprobaron siete millones de pesos para el proyecto, que incluye las obras relacionadas con la construcción civil y todas las partes que no trajo el equipamiento, así como la capacitación de los trabajadores, describe el rotativo.
“La segunda parte es la construcción de un horno de biomasa para poder sustituir el horno de generación eléctrica, que por supuesto abaratará los precios de costo. La idea es llevar este producto a la mesa del cubano”, afirma Leiva.
Sobre el destino del producto, el director Alejandro Valdés apuntó: “El primer sitio será la tienda de venta del municipio, la industria alimentaria y también la venta en divisa”.
El gobierno cubano ha querido echar mano de la harina de yuca en medio de la aguda crisis de alimentos. La primera planta de producción de harina de yuca, fue instalada en el municipio de Abreus, provincia de Cienfuegos, el año pasado, con un costo de alrededor de 100 000 euros.
En el mismo territorio, meses después, se anunció la comercialización de dulces y panes hechos exclusivamente con harina de yuca. No solo sustituye la harina de trigo, que entra al país por importación, sino la maicena o almidón.
La prensa oficialista igualmente ha defendido el uso de ese producto para la alimentación de los cubanos, mientras elaboraciones a base de yuca como el casabe son promovidas incluso en eventos culinarios.