Desde el municipio de Manatí, en la provincia de Las Tunas, llega una denuncia estremecedora sobre el caso de Cristian Leyva Guillot, un joven de solo 18 años que, mientras cumplía el servicio militar obligatorio, ha sido víctima de maltratos físicos, abandono médico y castigos extremos.
Según sus familiares, Cristian se encuentra en un estado de salud crítica, tanto física como emocionalmente, tras meses de abusos y negligencias cometidos por oficiales del Ejército.
Su historia expone una vez más las condiciones inhumanas a las que son sometidos muchos reclutas cubanos, bajo el silencio de las instituciones estatales.
Todo comenzó cuando Cristian fue enviado a una unidad militar en la frontera de la Base Naval de Guantánamo, donde presenció situaciones de violencia y abuso que lo llevaron a intentar escapar del lugar.
Desde entonces, su vida se convirtió en un infierno: sufrió problemas renales severos, desnutrición, lesiones en los pies por trabajos forzosos y trastornos nerviosos, agravados por la falta total de atención médica.
A pesar de haber sido hospitalizado en varias ocasiones y de existir certificados médicos que prohibían los esfuerzos físicos y la exposición prolongada al sol, los oficiales ignoraron las recomendaciones médicas y lo sometieron nuevamente a castigos y ejercicios extenuantes.
La madre del joven denunció que Cristian fue esposado durante más de 24 horas dentro de un hospital, tratado como un delincuente, sin comunicación con su familia y con una alimentación mínima. Testimonios aseguran que fue golpeado, humillado y dejado sin tratamiento, lo que puso su vida en grave riesgo.
La familia responsabiliza directamente a las autoridades militares y al gobierno de Miguel Díaz-Canel de cualquier daño que sufra Cristian Leyva Guillot, y exige su inmediata protección.
Este caso se suma a una creciente lista de denuncias por abusos y violaciones de derechos humanos en el servicio militar cubano, una institución que, bajo el discurso de “defensa de la patria”, continúa cobrando víctimas entre los jóvenes más vulnerables del país.