Un campesino que reside en el poblado Picadora, carretera de Sagua La Grande, en Santa Clara, enfrenta acusaciones de presentar denuncias falsas a la policía por supuestos robos de ganado en su finca.

Presuntamente, lo hacía con el objetivo de no ser multado por la Agricultura con 10 000 pesos por cada animal que le faltaba, según informó este lunes en redes sociales el perfil oficialista “Fuerza del Pueblo”.

“Los inspectores de la Agricultura les realizaron un conteo para verificar la información y detectaron que tenía la finca llena de marabú, con los animales sin control, a 3km de su casa, encontrándose otra gran cantidad de ganado en falta”, indicó la publicación.

De acuerdo con la misma, el campesino “pretendía denunciar como robos en los próximos días, pudiendo ser sancionado ante la justicia por el delito de denuncia falsa, así como ser multado en la Agricultura por una cifra superior a los 200 mil pesos”.

También menciona el supuesto arrepentimiento del ganadero, quien incluso habría realizado un video para otros campesinos que, como él, poseen animales sin condiciones de seguridad, y así conozcan de las sanciones a lo que es considerado un delito grave.

En julio, un padre y su hijo enfrentaron a la justicia en Villa Clara por “sacrificio” de ganado. A ambos se les realizó un registro en su vivienda donde ocuparon carne y otros medios que utilizaban para las reses.

Más de 12 000 cabezas de ganado fueron robadas o sacrificadas en la provincia de Villa Clara en el transcurso de 2022, una cifra récord en comparación con los reportes de años anteriores acerca de tales delitos. Solo en noviembre, el número de cabezas hurtadas o sacrificadas superó las 1 800, cantidad similar a la de diciembre.

Un campesino de 81 años del poblado de Vega Alta, en Camajuaní, aseguró que nunca antes se había vivido igual vandalismo con el ganado. “A veces dicen que a los campesinos nos matan las reses porque no las cuidamos, lo cual puede ser cierto, pero yo le aseguro que ya lo único que nos falta es poner el ganado a dormir dentro de la casa”, comentó.

“Aquí todo el mundo sabe quiénes son los posibles autores, que visten mejor que nadie, toman bebidas caras y, sin embargo, no pasa nada. Hay mucha impunidad y demasiada blandenguería con esa gente”, dijo.

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