Veterinario de Santa Clara enfrenta hasta ocho años de cárcel por protestar contra apagones
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de septiembre de 2025

El caso del médico veterinario Yasser García López de 32 años viene despertando indignación dentro y fuera de Cuba. Este joven profesional de Santa Clara fue encontrado culpable de los delitos de “Propaganda contra el orden constitucional” y “Desacato” luego de manifestar públicamente su rechazo a los apagones que afectan a miles de familias en la Isla.
Ahora, enfrenta la posibilidad de ser condenado a ocho años de cárcel, según la petición de la fiscalía.
Las acusaciones se basan en dos hechos principales: publicaciones críticas en sus redes sociales y consignas antigubernamentales que gritó durante un apagón en su barrio. Lo que para muchos constituye un derecho legítimo a la libertad de expresión, para el régimen se ha convertido en un delito que busca dar un escarmiento a quienes se atreven a denunciar la realidad cubana.
El Tribunal Provincial de Villa Clara concluyó esta semana las audiencias del caso, dejando el proceso listo para dictar sentencia. Mientras tanto, García López permanece en prisión desde marzo, cuando fue arrestado por la Seguridad del Estado y recluido en la cárcel provisional de La Pendiente.
Organizaciones como Cubalex, a través de su jefa de equipo legal, Giselle Morfi, han denunciado la arbitrariedad del proceso. Según Morfi, “Yasser ha sido juzgado por ejercer derechos fundamentales como la libertad de expresión, reconocidos en los estándares internacionales de Derechos Humanos. Sus acciones no son ilegales ni ilegítimas”.
En redes sociales, decenas de personas —familiares, amigos, colegas y vecinos— han mostrado su apoyo al veterinario, calificando el juicio como injusto y políticamente motivado. Para muchos, se trata de un ejemplo más de cómo el gobierno cubano utiliza el aparato judicial como herramienta de represión para silenciar voces críticas.
La situación de Yasser García López pone nuevamente sobre la mesa el alto costo que enfrentan quienes deciden levantar la voz en un país donde la censura y la criminalización del disenso son moneda corriente.
Aunque sabía el riesgo que corría, él eligió no callar frente a los apagones y la falta de respuestas, demostrando una valentía que hoy lo mantiene tras las rejas pero que también lo convierte en símbolo de resistencia cívica