Una turista extranjera fue víctima de un violento asalto en una transitada calle de La Habana Vieja, uno de los destinos más visitados por los viajeros que llegan a la capital cubana. El incidente, captado en video y difundido por el medio independiente Cubanet, muestra el momento posterior al ataque, cuando la joven, visiblemente alterada, es consolada por otros turistas.

Según testigos, el agresor, a bordo de una motocicleta, se abalanzó repentinamente sobre la turista y le arrebató la mochila con brusquedad. Todo ocurrió a plena luz del día, en la calle Teniente Rey, entre las calles Habana y Aguiar, una zona repleta de comercios, residentes locales y visitantes extranjeros.

A pesar de los gritos de auxilio de quienes presenciaron el hecho, la respuesta de la PNR fue notablemente lenta. Más de 30 minutos después del robo, aún no se había presentado ningún agente en el lugar. Esta demora generó una oleada de indignación en redes sociales, donde muchos usuarios critican la inacción de las autoridades y el deterioro de la seguridad pública.

El mismo día, se reportó otro ataque en la misma zona contra dos jóvenes turistas rusas que paseaban por La Habana Vieja. Según relataron, fueron golpeadas repetidamente por dos individuos que lograron arrebatarles una cartera con dinero en efectivo, documentos personales y un pasaporte. Las víctimas habían llegado a Cuba con planes de disfrutar una estancia turística de 12 días en Varadero.

Este tipo de asaltos, especialmente los cometidos desde motocicletas en movimiento, se ha vuelto cada vez más frecuente en la capital, evidenciando una tendencia preocupante de inseguridad ciudadana. Para muchos, estos hechos reflejan el colapso institucional que atraviesa Cuba, exacerbado por una profunda crisis económica, la escasez generalizada y la falta de garantías básicas para ciudadanos y turistas.

Mientras el gobierno continúa promoviendo a Cuba como un destino turístico seguro, la realidad que enfrentan quienes caminan por sus calles parece muy distinta. La desconexión entre el discurso oficial y la experiencia cotidiana alimenta la frustración social y el descontento popular.

Hasta el momento, no se ha informado sobre la captura del agresor, ni se ha confirmado si las pertenencias de las víctimas fueron recuperadas.

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