Strike vendido: el escándalo que sacude al béisbol de Grandes Ligas
Redacción de CubitaNOW ~ martes 11 de noviembre de 2025
Dos lanzadores de los Guardians, Emmanuel Clase y Luis Ortiz, fueron acusados de amañar lanzamientos para beneficiar apuestas. El caso pone bajo lupa la integridad del béisbol moderno.
El béisbol de Grandes Ligas atraviesa uno de los episodios más delicados de su historia reciente. Los lanzadores Emmanuel Clase y Luis Leandro Ortiz, de los Cleveland Guardians, fueron acusados por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York de haber aceptado sobornos para alterar intencionalmente el resultado de lanzamientos específicos durante la temporada de 2025.
De acuerdo con la investigación federal, ambos jugadores participaron en un esquema diseñado para favorecer apuestas deportivas ilegales del tipo “prop”, aquellas que se enfocan en jugadas o envíos puntuales dentro de un juego. Los fiscales sostienen que Clase y Ortiz recibieron pagos para iniciar entradas con una bola en lugar de un strike, manipulando así las probabilidades de las apuestas.
Uno de los casos señalados ocurrió el 15 de junio de 2025, cuando Ortiz habría lanzado su primer envío de la segunda entrada fuera de la zona de strike a cambio de 5 000 dólares, con la mediación de Clase. Otro episodio similar tuvo lugar el 27 de junio, y se estima que los involucrados obtuvieron 7 000 dólares cada uno, mientras que los apostadores ganaron cerca de 400 000 dólares con el resultado manipulado.
La acusación incluye cargos de fraude electrónico, conspiración, lavado de dinero y manipulación de competiciones deportivas mediante soborno, delitos que podrían conllevar hasta 65 años de prisión si son hallados culpables. Ortiz fue arrestado en Boston y liberado bajo fianza de medio millón de dólares, mientras que Clase no se encuentra actualmente bajo custodia en Estados Unidos. Ambos fueron colocados por la MLB en licencia administrativa mientras se desarrolla el proceso judicial.
El fiscal federal Breon Peace fue contundente al declarar que “la integridad del juego no está en venta” y que actos como este “ponen en duda la confianza del público en uno de los deportes más emblemáticos del país”. La MLB, que desde el histórico caso de Pete Rose mantiene una política estricta contra las apuestas, enfrenta ahora un reto enorme para preservar la transparencia y la credibilidad del béisbol profesional.
Por su parte, los abogados defensores de Ortiz y Clase niegan rotundamente las acusaciones, asegurando que las transferencias de dinero mencionadas eran lícitas y que la evidencia del gobierno es circunstancial.
Más allá de las consecuencias legales, el caso abre un debate sobre el impacto del auge de las apuestas deportivas digitales y el riesgo que representan para la honestidad competitiva. Lo que hasta hace poco parecía un problema ajeno al diamante, hoy amenaza con convertirse en la mancha más oscura del béisbol moderno.