Camagüey asfixiada: la contaminación de una panadería estatal que nadie detiene
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 10 de noviembre de 2025
En pleno corazón de Camagüey, entre las calles Ignacio Agramonte y Montera, un problema ambiental que parecía menor se ha convertido en un verdadero calvario para los vecinos: la contaminación provocada por la panadería La América, administrada por la Empresa Provincial Alimentaria.
Durante años, la situación ha ido en aumento, pero en este 2025 alcanzó niveles críticos.
Vecinos denuncian que la panadería ha dejado de operar con medidas básicas de control de humo. Según el relato de quienes viven cerca, la chimenea de la instalación se derrumbó y nunca fue reconstruida, y las tareas de mantenimiento brillan por su ausencia.
Lo que antes era humo de petróleo ahora se ha transformado en humo de leña, incluso leña verde, que incrementa significativamente la polución. La consecuencia es un aire irrespirable, especialmente en horas de la noche, cuando el daño a la salud se multiplica mientras las personas duermen.
Quienes habitan la zona han intentado alertar a las autoridades, pero los resultados han sido nulos. Delegaciones técnicas visitaron la panadería y las casas afectadas, asegurando que el problema se resolvería pronto, pero no se ha tomado acción alguna. La contaminación no solo afecta la salud física: la tensión y el malestar psicológico entre los vecinos se han vuelto parte de la vida diaria. Personas mayores y niños sufren respirando aire que supera los límites tolerables, mientras los panaderos también padecen el ambiente tóxico que ellos mismos generan.
Esta situación evidencia un problema mayor: la indiferencia institucional ante un riesgo grave para la comunidad. A pesar de las quejas, la administración de la panadería y los organismos responsables parecen priorizar la rutina operativa y los intereses personales sobre la salud y el bienestar de la población. El vecino afectado ha denunciado que esto constituye un abuso sistemático, llegando incluso a calificarlo como violación de la ley penal vigente por los daños ocasionados.
La historia de esta panadería refleja una problemática más amplia en la ciudad: cuando el Estado mismo incumple con la protección ambiental y la seguridad de los ciudadanos, los afectados se ven obligados a luchar solos por un derecho básico: respirar aire limpio. Los vecinos no se rinden y continúan documentando la situación, mostrando que la indignación ciudadana puede convertirse en un motor para visibilizar los abusos y exigir responsabilidad.
Camagüey necesita que se actúe, que se impongan soluciones técnicas y que se priorice la salud de la comunidad antes que la rutina administrativa o intereses económicos. Hasta entonces, el humo seguirá invadiendo hogares y vidas.
Fuente: José Luis Tan