Una tragedia indescriptible conmociona al estado de Washington tras el hallazgo de los cuerpos de tres niñas —Paityn, de 9 años; Evelyn, de 8; y Olivia, de 5— que habían sido reportadas como desaparecidas tras visitar a su padre durante el fin de semana. Las pequeñas fueron encontradas sin vida, con bolsas plásticas en la cabeza y las muñecas atadas con cinchos, en una zona remota del Rock Island Campground, cerca de Wenatchee.

El principal sospechoso del crimen es su propio padre, Travis Decker, un veterano militar de 32 años que vive en situación de calle y padece problemas de salud mental. Decker continúa prófugo, y las autoridades han intensificado la búsqueda, ofreciendo una recompensa de 20,000 dólares por información que conduzca a su arresto.

El viernes anterior al hallazgo, Decker recogió a sus hijas como lo permitía un acuerdo de custodia compartida. Pero no las devolvió. Su exesposa, Whitney Decker, alertó a las autoridades tras no lograr comunicarse con él y notar un comportamiento inusualmente callado durante su último contacto.

La camioneta blanca del sospechoso, una GMC Sierra 2017, fue encontrada abandonada cerca del lugar del crimen. En su interior había mantas, comida, asientos infantiles y una billetera, además de huellas de manos ensangrentadas en la parte trasera del vehículo, según informaron medios locales.

Los documentos judiciales revelan que Travis Decker había sido diagnosticado con trastorno límite de la personalidad y que incumplía las condiciones legales que le permitían ver a sus hijas: no estaba tomando su medicación ni asistiendo a terapia. Aun así, pudo recoger a las niñas sin supervisión.

Un informe preliminar determinó que las menores murieron por asfixia. La autopsia completa, según el sheriff del condado de Chelan, Mike Morrison, será publicada próximamente. “Estas niñas son una fuerza motivadora en nuestra búsqueda. No descansaremos hasta que este sujeto sea llevado ante la justicia”, declaró Morrison durante una conferencia de prensa.

Inicialmente, se emitió una orden de arresto contra Decker por interferencia de custodia, pero luego se sumaron cargos por asesinato en primer grado y secuestro. La brutalidad del crimen y la corta edad de las víctimas han causado una ola de indignación y dolor en la comunidad.

Las autoridades instan a cualquier persona con información sobre el paradero de Travis Decker a comunicarse de inmediato con el Servicio de Alguaciles de EE. UU. La cacería continúa, con la esperanza de que el responsable de este acto atroz enfrente las consecuencias por la pérdida irreparable de tres vidas inocentes.

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