Un vuelo internacional de la aerolínea All Nippon Airways (ANA) que cubría la ruta Tokio-Houston debió aterrizar de emergencia en Seattle durante la madrugada del sábado 25 de mayo, luego de que un pasajero intentara abrir una de las salidas de emergencia en pleno vuelo, provocando momentos de gran tensión a bordo.

El vuelo NH114, operado con un Boeing 787-9 Dreamliner, había despegado del Aeropuerto Internacional de Narita con destino al Aeropuerto Intercontinental George Bush cuando, tras varias horas sobrevolando el Pacífico, ocurrió el incidente que forzó el desvío.

Según confirmó la Policía del Puerto de Seattle y la propia aerolínea, un hombre se levantó repentinamente de su asiento, se dirigió a una de las puertas y comenzó a manipular el sistema de apertura. La situación fue controlada rápidamente gracias a la intervención de miembros de la tripulación y varios pasajeros, incluidos dos veteranos militares que lograron reducir al individuo y sujetarlo con bridas plásticas a su asiento.

Una testigo identificada como Ashley, quien se encontraba justo delante del pasajero, relató a Fox 26 que al principio pensó que el hombre se sentía mal, pero pronto notó que su comportamiento era errático. "Se veía muy alterado. Caminó por encima de otros asientos y se dirigió a la puerta con desesperación", dijo.

El vuelo aterrizó de manera segura en Seattle a las 4:19 a.m. hora local. Una vez en tierra, el hombre fue asistido por personal médico y trasladado a un hospital para una evaluación. Las autoridades indicaron que el pasajero estaría atravesando una crisis médica, aunque no se han ofrecido más detalles sobre su estado o identidad.

Hasta el momento, no se ha confirmado si enfrentará cargos legales. La Oficina del FBI en Seattle fue notificada del incidente y mantiene abierta una investigación. Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) no ha emitido declaraciones sobre el caso.

Este tipo de incidentes, aunque poco frecuentes, generan creciente preocupación en la industria aérea por los riesgos que representan para la seguridad de los vuelos y la necesidad de protocolos más estrictos ante comportamientos disruptivos.

Expertos en aviación recuerdan que, debido a la presurización de la cabina, abrir una puerta en pleno vuelo es técnicamente imposible. Sin embargo, los intentos de hacerlo obligan a tomar medidas drásticas, como desvíos imprevistos y uso de recursos de emergencia.

Pasajeros consultados destacaron el trabajo en equipo entre la tripulación y quienes ayudaron a contener la situación. “Actuaron con rapidez y valentía. Pudieron haber pasado cosas peores si no intervenían a tiempo”, comentó uno de ellos a medios locales.

La aerolínea All Nippon Airways aún no ha emitido un comunicado oficial más allá de confirmar que el vuelo continuó su ruta hacia Houston tras resolverse la emergencia.

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