La ciudad de Nueva York enfrenta una notable disminución en el turismo internacional en 2025, lo que ha encendido las alarmas entre los hoteleros, quienes piden medidas fiscales urgentes para contrarrestar el impacto económico.

Según cifras de NYC Tourism + Conventions, la agencia oficial de promoción turística, la ciudad espera recibir 12,1 millones de turistas internacionales este año, lo que representa una baja del 17% respecto al pronóstico inicial de 14,6 millones. Esta caída afectará significativamente la economía local, con pérdidas estimadas de hasta 9 mil millones de dólares.

La principal razón detrás del desplome, según analistas y representantes de la industria, es el endurecimiento del clima político y migratorio bajo el segundo mandato de Donald Trump, iniciado en enero. Las recientes medidas restrictivas hacia inmigrantes, junto con discursos considerados hostiles hacia aliados internacionales, han generado temor y malestar entre potenciales visitantes. Turistas han denunciado interrogatorios agresivos y hasta negaciones de entrada en aeropuertos estadounidenses, particularmente en puntos clave como JFK.

Adam Sacks, presidente de Tourism Economics, afirmó que los discursos divisivos y las decisiones económicas del gobierno federal, como nuevos aranceles a países europeos y asiáticos, han tenido un efecto directo en el turismo. “Las políticas de Trump están desincentivando la llegada de turistas internacionales a ciudades como Nueva York”, declaró.

Este panorama ha llevado a que, por segunda vez en el año, las autoridades locales revisen a la baja su previsión de visitantes totales para 2025. Se espera la llegada de 64,1 millones de turistas entre nacionales y extranjeros, lo que significa una caída de 3,5 millones respecto a la proyección anterior. Aunque se prevé un leve aumento en el turismo nacional, esto no compensa la fuerte pérdida en el flujo internacional.

Ante esta situación, la Asociación Hotelera de Nueva York (HANY) y el Consejo de Gremios de Hoteles y Juegos de Azar (HTC) han unido fuerzas —pese a sus históricas diferencias— para solicitar al alcalde Eric Adams y al Concejo Municipal una reducción del impuesto de ocupación hotelera. Actualmente, este tributo es del 5.875% y es asumido por los huéspedes. Los grupos proponen bajarlo al 3% para hacer a la ciudad más competitiva frente a otros destinos globales.

“La caída del turismo extranjero está afectando gravemente la ocupación hotelera. Reducir el impuesto permitiría estimular las estancias prolongadas y atraer eventos de negocios que ahora se trasladan a otras ciudades”, expresaron Vijay Dandapani, director de HANY, y Richard Maroko, presidente de HTC, en una carta enviada esta semana a las autoridades.

La misiva también hace referencia a un informe de la oficina del contralor Brad Lander, que advierte una reducción del gasto turístico de hasta 9 mil millones de dólares para finales de este año. “Los turistas internacionales gastan hasta cuatro veces más que los nacionales, por lo que es vital recuperarlos”, destaca la carta.

Cabe recordar que una medida similar fue adoptada en 2021 para estimular el turismo tras la pandemia: la ciudad suspendió temporalmente el impuesto hotelero, lo que resultó en un repunte de las visitas. Hoy, las circunstancias son diferentes, pero el impacto económico amenaza con ser igual de profundo.

Fuente: El Diario

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