Protestas en Cuba exigen soluciones ante el colapso del abasto de agua
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 21 de agosto de 2025

La situación del agua en Cuba se ha convertido en un detonante social que muestra el hartazgo acumulado en la población. En los últimos días, varias protestas han sacudido La Habana, una ciudad en la que se estima que alrededor de 248 mil personas no cuentan con un abasto regular de agua potable.
Las imágenes y testimonios que circulan en redes sociales reflejan a vecinos que, cansados de esperar soluciones oficiales, han decidido salir a las calles para exigir un derecho básico que lleva años deteriorándose.
Lo más alarmante es que, de acuerdo con reportes locales, hay tres provincias en condiciones aún peores, lo que indica que el problema no es exclusivo de la capital, sino que atraviesa todo el país.
La escasez no solo se traduce en incomodidad, sino en una crisis de salud pública. Muchas familias se ven obligadas a almacenar agua en condiciones precarias, lo que aumenta los riesgos de contaminación y enfermedades. Además, los altos costos del agua en el mercado negro agravan la desigualdad social, dejando a los más pobres en una situación crítica.
En un país donde los discursos oficiales hablan de resistencia y soberanía, la realidad cotidiana es que cientos de miles de ciudadanos ni siquiera tienen garantizado un recurso tan vital como el agua.
“Los cubanos no protestan por gusto, lo hacen porque ya no aguantan más”, expresan algunos comentarios en redes sociales. El hartazgo se vincula a la escasez que trae consigo el modelo político que rige en la Isla desde hace más de seis décadas.
La indignación ha encontrado eco en plataformas digitales, donde cada publicación acumula cientos de reacciones y debates que exponen la frustración popular.
"En La Habana, las protestas recientes no son solo por el agua, sino por la falta de respuestas. El agua se ha convertido en un símbolo del colapso del sistema, un recordatorio de que la vida diaria de los cubanos está marcada por la escasez y la improvisación."
Mientras tanto, la desconfianza hacia las instituciones crece, y la población siente que los problemas estructurales nunca encuentran una solución real.
El grito por el agua es, al mismo tiempo, un grito por dignidad. Lo que ocurre en La Habana y en otras provincias es una señal clara de que el malestar ciudadano seguirá creciendo mientras no se atiendan las necesidades más básicas. Las protestas son, en definitiva, un reflejo de la Cuba de hoy: cansada, sedienta y dispuesta a hacerse escuchar.
Funte: San Nicolás de Bari "No + Comunismo