El niño cubano Cristofer Antonio Olivera Santos tiene hoy una casa segura y acogedora donde vivir.

El pequeño es huérfano y con apenas meses bebió sosa cáustica, desde entonces tiene problemas digestivos. Con cuatro años necesita una operación urgente pero además vivía en condición infrahumanas en un batey de la orienta provincia de Granma.

La iniciativa de un grupo de activistas y el esfuerzo de varios cubanos le dio un hogar nuevo a Cristofer, que ahora vive en Bayamo en una casa donde los cuidados que su caso lleva podrán ser mejor atendidos.

“Así vivía este niñito en un bohío de Bayamo con su abuela, y bastante enfermo. Gracias a la ayuda de muchos activistas y la coordinación de Diasniurka Salcedo Verdecia ahora viven en esa casita de la foto. Los cubanos donaron dinero, hasta moneda nacional desde adentro de Cuba, a veces sólo 100 pesos cubanos y otras veces dólares. Un hermoso ejemplo de empatía con una familia verdaderamente necesitada”, escribió la internauta Elizabeth T. Bosch.

Por su parte, la activista Diasniurka Salcedo Verdecia agradeció el apoyo que permitió comprarle el hogar a Cristofer.

“Gracias Miles a esas personas que increíblemente me ayudan desde la distancia, a la persona maravillosa que me ayudó con la pintura que me faltó, ya hoy se culminó con la pintura de la casita de Cristofer ya tiene su tv, su camita, ropitas solo nos falta el frío estoy tan pero tan agradecida, gracias, gracias, gracias desde mi corazón y sobre todo gracias a Dios por tanto. En nombre del grupo de ayuda Humanitaria " El Derecho de Nacer" y el mío propio: Dios los bendiga grandemente, gracias”, escribió la cubana.

Cristofer vive con su abuela, tras el interés que suscitó su caso, volvió a recibir atención médica, y ahora le espera un hogar nuevo para vivir.

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