Algunas compañías aéreas cancelaron desde ayer hasta hoy cerca de 4.500 vuelos en todo el mundo y miles de itinerarios sufrieron retrasos por la expansión de la variante Ómicron del COVID-19.

De acuerdo con la información ofrecida por el portal Flightaware, al menos 2.000 vuelos fueron cancelados el día de Navidad, entre ellos unos 700 con origen o destino hacia Estados Unidos y unos 1.500 se vieron retrasados.

Flightaware, el rastreador de vuelos, señaló que United Airlines canceló más de 200 vuelos el viernes y el sábado, siendo estos el 10% de los que estaban programados.

“El pico de casos de Ómicron en todo el país esta semana ha tenido un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestras operaciones”, señaló la aerolínea en un comunicado difundido la víspera.

Por su parte, Delta Air Lines canceló 260 vuelos, refirió Flightaware, tanto por Ómicron como, en menor grado, por condiciones climáticas adversas. “Los equipos de Delta han agotado todas las opciones y recursos” antes de decidir estas cancelaciones, explicó la aerolínea.

De igual modo, fueron cancelados más de diez vuelos de Alaska Airlines, algunos de cuyos empleados dijeron que estuvieron “potencialmente expuestos al virus” y tuvieron que aislarse.

Pilotos, asistentes de vuelo y otro personal se reportaron enfermos o debieron entrar en cuarentena, llevando a varias aerolíneas a cancelar vuelos durante uno de los períodos pico de viaje del año.

Por otra parte, la Casa Blanca anunció el fin de la prohibición de entrada en el país a viajeros procedentes de ocho países sudafricanos a partir del próximo 31 de diciembre. Estados Unidos registra de promedio 170.000 nuevos casos al día, un incremento del 38% con respecto a la tasa registrada en los últimos 14 días.

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