La oriental provincia de Las Tunas enfrenta condiciones epidemiológicas que llaman a aumentar la percepción de riesgo en la población ante la presencia en el territorio de diferentes variantes y cepas de la Covid-19.

“La cepa delta marca la situación en los meses recientes. En la última etapa tuvimos ya la identificación de ómicron. Está circulando aquí”, dijo a la prensa oficialista local el doctor Aldo Cortés González, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

“Tenemos una experiencia acumulada en el enfrentamiento a la enfermedad; esto, más la efectiva vacunación, nos pone en mejores condiciones para asumir tal estado epidemiológico. Las medidas se adecuan al contexto actual”, agregó.

Tras confirmarse la variante ómicron en el territorio, se extrema la pesquisa poblacional para detectar de forma más oportuna de los casos. Estudios epidemiológicos apuntan como novedad que entre el 50 y el 60 por ciento de los ingresos serán domiciliarios.

“Un mayor número de estos casos que podamos tener se calcula han de estar asintomáticos o con síntomas leves. Eso nos permite, a partir del protocolo establecido por el Sistema Sanitario cubano, con el médico de la familia como guardián de la salud, establecer que la mayor parte de los cuidados transiten en la atención comunitaria, o sea, ingreso domiciliario”, señaló el facultativo.

Al tiempo que advirtió que “se espera que en la etapa el reporte de los enfermos con este tipo de clasificación -críticos, graves y síntomas moderados, así como los fallecidos- no se comporte como la amarga experiencia que tuvimos que vivir los tuneros en el año 2021, pero hay que estar preparados para cualquier situación. Ya el Sistema Sanitario de la provincia, las autoridades y el resto de los sectores han ajustado las medidas a la nueva contingencia”.

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