La hija de Alejandro Gil sin internet y sin justicia: el régimen cubano muestra su rostro
Redacción de CubitaNOW ~ martes 11 de noviembre de 2025
La situación que enfrenta la familia de Alejandro Gil refleja con crudeza la realidad que viven cientos de opositores en Cuba, aunque en este caso ella no se considere como tal. Su hija, sin saber que el juicio contra su padre se llevaría a cabo mañana, denuncia que le han cortado el internet, privándola de información y de la posibilidad de acompañar legalmente el proceso.
Esta acción no es un hecho aislado: es una muestra más de la estrategia del régimen cubano de controlar la información, aislar a los familiares y mantener bajo presión constante a quienes se atreven a cuestionar al gobierno.
Durante décadas, los opositores cubanos han sido víctimas de acoso sistemático, persecuciones judiciales, restricciones de comunicación y amenazas. El caso de Alejandro Gil, cuya hija ahora se encuentra incomunicada, evidencia cómo el gobierno sigue utilizando estas tácticas para amedrentar y silenciar a la disidencia. Las redes sociales se han convertido en uno de los pocos espacios donde se puede visibilizar esta realidad, y la denuncia de la joven es un ejemplo del valor que muchos familiares de opositores deben mostrar solo para estar informados sobre el destino de sus seres queridos.
El corte de internet no solo impide el acceso a información crucial; también busca sembrar miedo y desconexión. Cada vez que el régimen bloquea una señal o limita el acceso a plataformas de comunicación, envía un mensaje claro: el control absoluto sobre la vida de los ciudadanos es su prioridad. Sin embargo, estas acciones también generan un efecto contrario: la indignación se expande en redes sociales, activando una solidaridad internacional que visibiliza aún más los abusos cometidos dentro de la isla.
El juicio a Alejandro Gil, cuya hija teme no poder presenciar, se suma a la larga lista de procesos judiciales que se llevan a cabo sin transparencia, con poca o nula cobertura mediática y con un fuerte sesgo hacia la represión política.
Cada corte, cada restricción de comunicación, cada familia afectada, se convierte en un recordatorio de que la lucha por la libertad de expresión y los derechos humanos en Cuba sigue siendo urgente y necesaria.
Este caso pone en evidencia la urgencia de mantener la atención sobre Cuba, visibilizar las injusticias y apoyar a quienes, desde dentro y fuera de la Isla, buscan que se respete la legalidad y la dignidad de los ciudadanos.
El mundo debe escuchar la voz de quienes han sido silenciados; en este caso alguien que no es opositor como la hija de Alejandro Gil, está enfrentando la misma situación de acoso y limitación de información de si lo fuera.