En la provincia cubana de Granma, una escultura dedicada a Ernesto Che Guevara se convirtió en un fenómeno viral, pero no por admiración, sino por la oleada de burlas que generó en redes sociales.

La figura, ubicada en el policlínico de Vado del Yeso, municipio Río Cauto, fue apodada rápidamente como “el Che Neandertal” debido a su aspecto rústico y deformado, que más recuerda a una caricatura que a un "héroe revolucionario".

Aunque la obra lleva varios años en el lugar, fue tras una reciente visita de diputados al Parlamento que volvió a ser noticia, gracias a fotografías compartidas en Internet que desataron memes y comentarios irónicos.

Usuarios y periodistas independientes no tardaron en comparar la pieza con personajes caricaturescos de la televisión y videojuegos antiguos.

El periodista José Raúl Gallego señaló con humor: “Lo de Granma con las esculturas es serio. El Che del Neandertal está de truco”. Más tarde, comparó la obra con Silvestre Cañizo, personaje jorobado de la telenovela “Tierra Brava”, rematando con ironía: “Yo sabía que lo había visto antes…”.

Otros periodistas como Ernesto Morales precisaron que la escultura no es nueva, sino que lleva “casi 15 años” en el policlínico, aunque algunos usuarios aseguran que se colocó hace unos cuatro años.

Mario J. Pentón fue más mordaz: “El Che Neandertal parece sacado de los Supersónicos versión caverna. Y la escopeta… ¡esa escopeta parece de PlayStation 1! ¿Quién fue el artista, un aprendiz de Minecraft?”.

Según aclaró el periodista oficialista Liberato Cimarrón, la pieza fue realizada por un paciente aficionado a la escultura, que la donó al policlínico con la intención de representar a un guerrillero genérico, aunque el uniforme y la postura hicieron evidente la referencia al Che.

La obra fue retirada e incluso destruida tras la polémica, aunque muchos usuarios consideraron que debió conservarse como muestra de buena voluntad del autor.

El incidente refleja el desgaste de la propaganda oficial cubana. En su intento de mantener viva la leyenda de Guevara, el régimen ha llenado escuelas, hospitales y plazas con estatuas y murales que, en muchos casos, se han vuelto motivo de burla.

La escultura del “Che Neandertal” se suma a otras figuras públicas como Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta, Marrero, Gerardo de los 5 cuyos gestos o comentarios en redes sociales también han generado ironías y críticas, evidenciando la desconexión entre el discurso oficialista y la percepción del pueblo.

En definitiva, la estatua del Che en Granma terminó convirtiéndose en un símbolo involuntario: mientras el gobierno intenta perpetuar un mito, la realidad digital muestra que la imagen de Guevara hoy provoca más carcajadas que respeto.

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