El documental Para Vivir, dedicado a la vida y obra de Pablo Milanés, tuvo su estreno este miércoles en la Embajada de Noruega en La Habana, luego de quedar fuera de la programación del Festival de Cine de La Habana, que finaliza este domingo. La proyección se convirtió en un acto simbólico tras la censura del evento cinematográfico más importante del país.

Dirigido por Fabien Pisani, hijo del célebre trovador, el filme recorre la extensa carrera de Milanés y refleja cómo la visión del artista sobre Cuba fue transformándose a lo largo de distintas etapas históricas. Pisani construye un relato profundamente personal, marcado por la reflexión sobre la muerte, la familia y la lucha del músico contra la leucemia, enfermedad que lo obligó a establecerse en España para recibir tratamiento especializado.

Uno de los puntos fuertes de la obra son los testimonios de quienes acompañaron a Milanés a lo largo de su vida artística. Entre ellos, Silvio Rodríguez, Fito Páez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y Juan Pin Vilar, cuyos relatos aportan peso emocional y contexto a la figura del compositor. El documental destaca también por la intimidad lograda en escenas familiares, en el vínculo con sus hijos y en el amor que lo unió a su esposa Nancy Pérez.

La película sigue además la cotidianidad del músico en su apartamento en Las Rozas, Madrid, donde continuó componiendo pese a las secuelas de su enfermedad y a la distancia de su país. Incluso en un estado de salud frágil, Milanés decidió regresar a Cuba para ofrecer un último concierto, un acto de coraje y despedida que queda registrado como uno de los momentos más conmovedores del filme.

Para Vivir no solo reconstruye la historia personal de Pablo, sino que también revisita varias etapas de la Cuba posterior a 1959, poniéndolas en diálogo con su obra y con la evolución de la música cubana. El resultado es un documento imprescindible para comprender la profundidad artística y humana de uno de los cantautores más influyentes de la isla.

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