Abraham Isaac Quintanilla Jr., padre de la legendaria cantante Selena Quintanilla y figura clave en el desarrollo de su carrera artística, falleció a los 86 años. La noticia fue confirmada por su hijo Abraham “AB” Quintanilla a través de una publicación en redes sociales, en la que expresó el dolor de la familia por la pérdida.

“Con gran tristeza en el corazón les informamos que mi papá murió hoy”, escribió AB Quintanilla en su cuenta de Instagram, mensaje que rápidamente generó numerosas muestras de condolencias por parte de seguidores y figuras del mundo de la música.

Nacido en 1939 en Corpus Christi, Texas, Abraham Quintanilla era hijo de padres mexicanos y creció trabajando junto a su familia en labores agrícolas a lo largo del río Bravo. Aunque asistió a la escuela, abandonó la secundaria para perseguir su vocación artística y dedicarse de lleno a la música, una decisión que marcaría el rumbo de su vida y la de sus hijos.

Durante su adolescencia se integró como corista al grupo Los Dinos, formación con la que logró cierto reconocimiento a finales de la década de 1950. En 1959, la banda obtuvo éxito regional con temas como So Hard to Tell y Give Me One More Chance, que les abrieron las puertas en el circuito musical de Texas. Sin embargo, el grupo enfrentó fuertes barreras de racismo y discriminación que limitaron su proyección nacional.

Posteriormente, Quintanilla se enlistó en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Mientras cumplía servicio en Tacoma, conoció a Marcella Samora, con quien se casó y formó una familia. Juntos tuvieron tres hijos: Abraham, Suzette y Selena.

Tras regresar a Texas, Abraham detectó el talento musical de sus hijos y decidió relanzar el nombre de su antiguo grupo para crear Selena y Los Dinos. A finales de los años setenta abrió el restaurante Papa Gayo’s, donde la agrupación familiar amenizaba el local. Aunque el negocio cerró tiempo después debido a la recesión económica, sirvió como plataforma inicial para el desarrollo artístico del grupo.

El verdadero despegue llegó en 1984, cuando Selena y Los Dinos firmaron su primer contrato discográfico y lanzaron un álbum producido por el propio Abraham Quintanilla. A partir de entonces, la carrera de Selena tomó un ascenso meteórico que la convirtió en una de las figuras más influyentes de la música latina, hasta su trágico asesinato en 1995.

Tras la muerte de su hija, Abraham Quintanilla dedicó gran parte de su vida a preservar y difundir su legado. Impulsó álbumes póstumos, documentales y proyectos conmemorativos, además de participar en la creación de una fundación familiar destinada a ayudar a niños en situación de crisis.

En 2021 publicó el libro A Father’s Dream: My Family’s Journey in Music, donde relató su trayectoria personal y el camino artístico de sus hijos. Con su fallecimiento, se va una figura fundamental en la historia de la música tejana y latina, recordado tanto por su papel como productor y mentor, como por su inquebrantable defensa del legado de Selena.

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