Joven periodista de Santiago de Cuba inicia rehabilitación en casa tras 32 días hospitalizado
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 6 de septiembre de 2025

Tras 32 días de hospitalización, el joven periodista Enrique Pérez Fumero regresó a su hogar en Santiago de Cuba, luego de haber sido víctima de un brutal asalto en las calles de la ciudad que conmocionó a la comunidad periodística y al público en general. Su recuperación, aunque lenta y exigente, representa un hito de esperanza frente a la violencia que ha marcado su vida en las últimas semanas.
Según lo destacado por Yosmany Mayeta Labrada, quien ha dado seguimiento al caso, la familia de Fumero mostró un valor extraordinario al denunciar públicamente la agresión, lo que permitió que el joven recibiera atención médica prioritaria y contara con enfermería de cabecera.
Privilegios que, lamentablemente, no están al alcance de muchos ciudadanos cubanos que sufren situaciones de violencia similares, sin cobertura mediática ni apoyo institucional.
El proceso de rehabilitación de Fumero continúa siendo delicado. Tras la agresión, el periodista tuvo que someterse a múltiples tratamientos médicos, supervisión constante y cuidados especiales para recuperar movilidad y fuerza.
Su familia y médicos han enfatizado que cada avance, aunque pequeño, es un paso significativo hacia la recuperación total, y que la paciencia y el acompañamiento serán esenciales en las próximas semanas y meses.
Este caso también ha puesto en evidencia la tensión entre la narrativa oficial y la realidad vivida, mostrando cómo la cobertura mediática puede magnificar ciertos episodios mientras silencia otros casos de violencia similares.
Mayeta destaca que, más allá del dramatismo y la épica construida alrededor de Fumero, el hecho real refleja la necesidad de una información transparente y responsable en Cuba, capaz de reconocer tanto a las víctimas mediáticas como a las anónimas.
A pesar de las dificultades, la vuelta a casa de el joven periodista es una noticia que inspira esperanza: simboliza la resiliencia de un joven periodista frente a la adversidad, la importancia de la denuncia pública y el valor del apoyo familiar.
Su recuperación lenta, pero constante, recuerda que cada paso adelante es una victoria frente a la violencia y que, con paciencia y acompañamiento, la vida puede prevalecer incluso tras los episodios más brutales.
Enrique Pérez Fumero continuará bajo supervisión médica, pero su regreso a casa marca el inicio de una nueva etapa, llena de retos, pero también en el empeño de la reconstrucción de su vida personal y profesional.