Ingeniero cubano tras polémica sobre la construcción del nuevo hotel del Vedado: El control de la calidad es riguroso
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 6 de junio de 2022
Alejandro Manuel Silva González, uno de los ingenieros que forma parte del equipo que ha elaborado en el proyecto de estructura del K23, el nuevo hotel que se construye en el Vedado, asegura que "el control de la calidad es riguroso".
"El hormigón vertido en la obra supera la resistencia de 50 MPa y las dosificaciones utilizadas están avaladas por laboratorios nacionales y reconocidas instituciones internacionales", dijo en declaraciones citadas por el diario oficialista Granma.
Los comentarios de Silva González aparecen luego de una polémica generada en las redes sociales tras la publicación del arquitecto cubano Rafael Muñoz, quien llamó la atención el pasado fin de semana en sus redes sociales sobre los posibles errores que pudieran estarse cometiendo en la construcción del edificio, así como las presuntas violaciones de las medidas de protección a los trabajadores y transeúntes.
"La construcción de la torre en medio de El Vedado habanero parece ser un mal parto. Ha empezado mal y no parece ir a mejor", dijo Muñoz.
"Analicemos la superficie del hormigón recién vertido. Veamos ese gran parche sobre la viga en el tercer nivel. Contemplemos después la sucesión de puntos oscuros que contrastan sobre el hormigón más claro en la pared más cercana en la foto. No, eso no es una obra de arte sino “cucarachas”, lugares a los que por falta de vibración, la masa de hormigón no llegó y quedaron oquedades en su superficie. La reparación es costosa y requiere de materiales y resinas especiales si se hace bien. Lo malo de las cucarachas es que solo puedes “tapar” los huecos que quedaron a la vista, sobre la superficie. Pero ¿Y los que no se ven? ¿Las que quedaron en medio del hormigón?", cuestionó.
Asimismo, criticó los bordes y uniones entre elementos. "Nuevamente el color es otro. Delata un segundo vertido de hormigón para corregir el fallo del primero. La torre se eleva y hay una clara división en la pared de la fachada. Esto no es un problema en sí, si se hace bien. Doy por sentado que han hecho lo correcto, sellado la junta y siguieron creciendo. De todos modos, a simple vista la calidad de terminación de la superficie de esa pared ciega no es buena. Las luces y las sombras en una pared vertical son siempre señal de que algo mal hecho", agregó.
No obstante el ingeniero, quien durante más de dos años ha realizado controles de autor al menos una vez a la semana en el hotel, asegura que "el control de la calidad es riguroso y constante, aplicándose lo establecido en las normas cubanas y extranjeras. La diferencia de color entre los elementos se debe a la aplicación de diversas fórmulas y aditivos, todas aprobadas y validadas".
En una publicación anterior sobre las grúas que trabajan en el edificio, había señalado el compromiso con la seguridad y salud del trabajo que tiene la empresa constructora.
"Los patinejos están siempre cubiertos, hay mallas en todos los niveles en los que no esté montada la fachada o el marco de seguridad. Los trajadores disponen de todo el equipamiento de protección personal. Cualquier persona que visite la obra es instruida por las especialistas de seguridad y salud del trabajo", aseguró.
El K23 pretende ser el hotel más alto de La Habana, con una altura de 154 metros, 42 pisos y 565 habitaciones.