Durante el juego de béisbol entre los Pittsburgh Pirates y los Chicago Cubs, este miércoles por la noche en el PNC Park, todo el estadio vivió un hecho trágico cuando un hombre cayó desde el Muro Clemente, ubicado a unos 6.4 metros de altura sobre el jardín derecho.

La caída ocurrió justo después de que Andrew McCutchen conectara un doble que ponía a los Pirates adelante en el marcador. Se produjo una reacción inmediata de los jugadores, quienes llamaron a los servicios médicos tras observar al aficionado tendido en el suelo.

El personal paramédico de ambos equipos, así como el personal médico del estadio, acudieron rápidamente al lugar del incidente para atender al aficionado, quien fue trasladado en estado crítico al Hospital General de Allegheny tras recibir atención de emergencia en el campo.

No se dieron detalles adicionales sobre su condición.

La situación fue tan impactante que los entrenadores de ambos equipos, Derek Shelton de los Pirates y Craig Counsell de los Cubs, alertaron inmediatamente a los árbitros. Según Shelton, la imagen del hombre caído e inmóvil fue aterradora y el momento fue tan desconcertante que ambos managers dejaron el banquillo para asistir al lugar del accidente.

El incidente hizo que jugadores de ambos equipos se unieran en un momento de respeto y oración. Andrew McCutchen, quien fue uno de los primeros en observar la caída, compartió sus sentimientos en redes sociales, expresando su dolor por lo sucedido y enviando pensamientos positivos a la familia del afectado.

McCutchen también instó a la gente a valorar más a sus seres queridos y a abrazar a sus familias con más fuerza. El jugador sostuvo una cruz mientras el hombre era sacado del campo, en un acto simbólico de apoyo.

Este tipo de tragedias no es nuevo en el ámbito del béisbol, ya que en años anteriores se han registrado accidentes similares que concluyeron en muertes, como la de Gregory K. Murrey en 2015, quien cayó desde la grada superior del Turner Field de Atlanta, y el caso de Shannon Stone, quien perdió la vida tras caer en un intento por atrapar una pelota foul en el estadio de los Texas Rangers.

Estos incidentes generaron un debate sobre la seguridad en los estadios y las medidas que se deben tomar para evitar que los aficionados sufran caídas desde alturas considerables.

Aunque el partido no sufrió una interrupción oficial, la atmósfera en el estadio estuvo marcada por la gravedad del incidente, dejando una sensación de vulnerabilidad y reflexión entre los jugadores y espectadores. El caso recuerda la importancia de la seguridad en los recintos deportivos y cómo los deportes, a pesar de su entretenimiento, pueden ser escenarios de riesgos imprevistos.

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