Un incendio a bordo del ferry KM Barcelona V-A se desató, mientras la embarcación realizaba su travesía entre las islas Talaud y la ciudad de Manado, en la provincia de Sulawesi del Norte, según reportes iniciales de Aylen Muchuly en Facebook.

El ferry transportaba a unas 280 personas según el manifiesto oficial, aunque las estimaciones de los equipos de rescate oscilan entre 280 y más de 500 pasajeros y tripulantes.

Las primeras imágenes divulgadas muestran a los pasajeros saltando al mar con chalecos salvavidas mientras nubes de humo negro cubrían el barco envuelto en llamas.

Los primeros equipos de emergencia, incluida la guardia costera, la marina y embarcaciones locales, así como pescadores de la región, fueron movilizados para realizar las labores de rescate. Según la agencia AP, hasta la mañana de hoy lunes se habían rescatado 575 personas, entre ellas un bebé de dos meses que fue hospitalizado con líquido en los pulmones, actualmente en condición estable.

Lamentablemente, se confirmó la muerte de tres personas, entre ellas una mujer embarazada, mientras que dos más permanecen desaparecidas, según las autoridades de búsqueda y rescate de Manado.

Las autoridades advierten que las cifras podrían cambiar a medida que se revisen los manifestos y se realicen más búsquedas.

El incendio comenzó en la popa del ferry y fue sofocado aproximadamente una hora después de haberse declarado. Aunque aún está en curso la investigación oficial, se presume una falla técnica como causante inicial, aunque no se descarta ninguna hipótesis.

Este suceso se enmarca en un contexto preocupante de frecuencia de accidentes marítimos en Indonesia debido a la alta movilidad entre islas y la débil supervisión estatal en materia de seguridad, que incluyen registros imprecisos de pasajeros y falta de mantenimiento adecuado en las embarcaciones.

Este episodio recuerda otros desastres recientes como el hundimiento de un ferry en Bali a principios de julio, que causó 19 muertos, y el vuelco de una lancha rápida el 14 de julio donde afortunadamente todos sobrevivieron.

Por el momento, se desconoce si se han presentado sanciones a operadores, revisiones técnicas o qué medidas concretas se implementarán para evitar tragedias similares, lo que genera preocupación entre las comunidades isleñas.

La sangría de vidas y la magnitud de este nuevo incidente exigen respuestas efectivas por parte de las autoridades locales.

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