Una delegación de Estados Unidos sostuvo este viernes un encuentro en Damasco con Ahmed al Sharaa, nuevo líder de Siria tras el derrocamiento de Bashar al Assad el pasado 8 de diciembre. Según reportes del diario sirio Al Watan, la reunión fue calificada como "buena y útil" por un funcionario estadounidense, aunque no se han revelado mayores detalles sobre los temas abordados.

El objetivo principal de este encuentro era discutir la transición política en Siria tras el colapso del régimen de Al Assad, que gobernó el país por 24 años. No obstante, la rueda de prensa programada por la delegación estadounidense fue cancelada por “motivos de seguridad,” según indicó una funcionaria norteamericana.

Ahmed al Sharaa, también conocido como Abu Mohamed al Jolani, lideró la coalición insurgente que puso fin al régimen de Al Assad. Anteriormente jefe de la filial siria de Al Qaeda y actual líder del Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS), Al Sharaa sigue siendo buscado por Estados Unidos, que ofrece 10 millones de dólares por información que lleve a su captura.

Encabezada por Daniel Rubinstein, asesor en asuntos de Oriente Medio, y Barbara Leaf, representante del Departamento de Estado, la delegación estadounidense es la primera en visitar Damasco desde la caída del régimen. La visita también busca recopilar información sobre ciudadanos estadounidenses desaparecidos en Siria durante el régimen de Al Assad, entre ellos el periodista y exmarine Austin Tice, desaparecido desde 2012.

Aunque Estados Unidos ha mantenido sanciones económicas estrictas contra Siria durante años, el Departamento de Estado dejó entrever recientemente que estas podrían revisarse si las condiciones en el país mejoran. Sin embargo, la presencia de Al Sharaa como líder del nuevo gobierno plantea un dilema, dado su pasado como figura destacada de HTS y su relación con el extremismo islámico.

La transición en Siria enfrenta numerosos desafíos. Aunque el derrocamiento de Al Assad representa un cambio significativo, las tensiones internacionales y las preocupaciones sobre la estabilidad futura del país complican el panorama. La participación de Estados Unidos en este proceso sugiere un intento de equilibrar intereses estratégicos con la búsqueda de justicia para sus ciudadanos desaparecidos.

El resultado de estas conversaciones y el manejo de la relación con el nuevo liderazgo sirio serán cruciales para determinar el futuro de la política estadounidense hacia Siria y su influencia en la región.

(Con información de "EFE")

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