La tensión entre Estados Unidos y Cuba se elevó este viernes luego de que el régimen de La Habana entregara una Nota Verbal de protesta contra el Encargado de Negocios estadounidense en la isla, Mike Hammer, a quien acusan de una conducta "injerencista" y "provocadora". Washington, lejos de ceder, respondió con un respaldo firme y público a su representante.

El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano afirmó que Hammer ha tenido un comportamiento ajeno al que corresponde a un diplomático, y lo acusó de alentar acciones contra el orden constitucional cubano y de incitar a ciudadanos a cometer actos delictivos. La nota fue entregada al jefe de la misión diplomática estadounidense por Alejandro García del Toro, director de Temas Bilaterales de la cancillería cubana.

En respuesta, un portavoz del Departamento de Estado aseguró que el diplomático "representa con orgullo al presidente Trump, implementando una política exterior de ‘Estados Unidos Primero’ y exigiendo la rendición de cuentas del régimen cubano por su influencia maligna en el continente". La declaración reafirmó además que la embajada continuará reuniéndose con "patriotas cubanos, líderes religiosos y quienes luchan por las libertades del pueblo cubano".

Durante su estancia en la isla, Mike Hammer ha desarrollado una agenda intensa con activistas, periodistas, emprendedores, artistas y miembros de la sociedad civil. Estos encuentros, según medios oficiales cubanos, han sido usados por el régimen para lanzar campañas de descrédito contra el diplomático en medios estatales y redes afines.

El Departamento de Estado también subrayó que no es Washington quien ha dividido a la población cubana, sino las propias políticas "corruptas, ineptas y fallidas" del gobierno de la isla.

La semana pasada, Hammer ofreció una conferencia en Miami donde denunció la constante vigilancia del régimen cubano sobre sus movimientos. “Nos están filmando constantemente, vemos los autos de vigilancia en todos lados”, dijo, añadiendo que le preocupa el llamado de las autoridades a sus simpatizantes para interferir en sus visitas y actividades.

El régimen también lo acusa de violar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y el Acuerdo de Restablecimiento de Relaciones firmado entre ambos gobiernos.

Pese a las tensiones, Washington ha ratificado su respaldo. Esta semana, Hammer fue recibido por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien destacó su "firme compromiso diplomático en Cuba" y su apoyo al “valiente pueblo cubano que enfrenta la represión y las penurias provocadas por el régimen”.

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