El gobierno del presidente Donald Trump ha intensificado la vigilancia sobre extranjeros con visas vencidas, en respuesta a recientes incidentes que han generado preocupación nacional. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció que tres agencias migratorias revisarán minuciosamente los registros de estancia para aplicar la ley con firmeza a quienes permanezcan en el país de forma irregular.

La decisión surge tras el ataque en Colorado contra un grupo de judíos, presuntamente cometido por Mohammed Sabry Solima, un ciudadano egipcio que ingresó a Estados Unidos en 2022 con un permiso temporal, el cual había vencido en marzo de 2025. “Quien piense que puede venir a Estados Unidos a promover el odio o el terrorismo, debe saber que será localizado, deportado y juzgado conforme a la ley”, declaró Noem.

Las agencias involucradas en esta nueva ofensiva son la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Estas entidades reforzarán el control sobre aquellos con permisos vencidos, incluidos visados de estudiantes, visitantes, y aquellos amparados por figuras como el ‘parole’.

Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el objetivo es combatir las estadías prolongadas no autorizadas, una práctica que ha sido objeto de críticas por parte del gobierno de Trump, que acusa a la administración Biden de debilitar la aplicación de la ley migratoria.

El caso de Solima ha encendido las alarmas en Washington. Tanto él como su familia se encuentran actualmente bajo proceso de deportación, de acuerdo con lo informado por Noem. El DHS ha dejado claro que tomará acciones rápidas en casos similares, como parte de una estrategia para evitar que individuos con antecedentes o intenciones peligrosas permanezcan en suelo estadounidense.

Los datos más recientes de la CBP, correspondientes al año fiscal 2023, indican que se esperaban cerca de 39 millones de salidas del país. Sin embargo, unas 510,363 personas habrían sobrepasado su estancia, lo que representó un 1.31% del total esperado. Para mayo de 2024, ese número había disminuido a 399,708 tras verificaciones, salidas posteriores o cambios de estatus migratorio, lo que equivale a una tasa final del 1.02%.

Entre los grupos con mayor tasa de sobreestadía se encuentran quienes ingresaron con visas de estudiante o visitante de intercambio (F, M o J), con un índice del 3.67% sobre 1.34 millones de entradas.

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