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Cuba cosechó en 2024 apenas un 11 % del arroz que consume

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 5 de marzo de 2025

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En 2024, Cuba apenas logró cosechar 80.000 toneladas de arroz, lo que representa solo el 11 % de la demanda nacional y una drástica caída del 70 % en comparación con los niveles de producción de 2018, según datos publicados por el diario oficial Granma. Esta alarmante reducción es un reflejo de la profunda crisis económica que atraviesa la isla y de la incapacidad del sector agrícola para garantizar la seguridad alimentaria.

El arroz, un elemento esencial en la dieta de los cubanos, había mostrado un crecimiento sostenido entre 2012 y 2018, alcanzando un pico de 304.000 toneladas anuales. Sin embargo, en los últimos seis años, la producción ha colapsado debido a la falta de insumos, combustibles y equipos adecuados para mantener las plantaciones. Orlando Linares Morell, presidente del Grupo Agrícola del Ministerio de la Agricultura (Minag), reconoció que la actividad arrocera ha sufrido un “decrecimiento considerable”, con niveles de siembra y rendimiento alarmantemente bajos.

Uno de los datos más preocupantes es la caída en la productividad. Mientras que en 2018 cada hectárea producía más de dos toneladas de arroz, en 2024 esa cifra se redujo a la mitad, limitando severamente la capacidad del país para autoabastecerse. Ante este panorama, el Gobierno cubano se vio obligado a importar la totalidad del arroz distribuido a través de la libreta de abastecimiento, una tendencia que continuará en 2025.

Esta dependencia de las importaciones representa un duro golpe para la ya debilitada economía cubana. Según datos de Naciones Unidas, la isla importa aproximadamente el 80 % de los alimentos que consume, lo que supone un alto costo en divisas. La situación se agrava aún más por la caída del turismo y las remesas, dos de las principales fuentes de ingresos del país. De acuerdo con cifras oficiales, el Gobierno cubano destina anualmente unos 1.600 millones de dólares a la importación de alimentos y cerca de 2.000 millones a la compra de petróleo y sus derivados.

La crisis arrocera es solo un reflejo del complejo escenario económico en el que se encuentra Cuba. A la escasez de alimentos se suman la falta de medicinas y combustibles, una inflación descontrolada, cortes eléctricos prolongados y una creciente dolarización que profundiza las desigualdades sociales. Estas condiciones han impulsado un éxodo migratorio sin precedentes, con miles de cubanos buscando mejores oportunidades fuera del país.

Para 2025, el Gobierno ha anunciado planes para aumentar el área cultivada de arroz y estabilizar la productividad, con el objetivo de alcanzar al menos 100.000 toneladas. Sin embargo, sin cambios estructurales profundos y sin acceso a recursos esenciales para la producción, el futuro de la seguridad alimentaria en Cuba sigue siendo incierto.




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