Corralito bancario en Cuba: la limitación de retiros de efectivo mina la confianza en el sistema financiero
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 20 de diciembre de 2024
Las nuevas medidas anunciadas por la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, diseñadas para fomentar la bancarización en la isla, han generado críticas y preocupación entre la población. Particularmente, la decisión de limitar las extracciones de efectivo a 6,000 pesos semanales por cliente ha sido calificada como un "corralito bancario," una medida que no solo evidencia la crisis económica que atraviesa el país, sino que también profundiza la desconfianza en el sistema bancario.
El límite impuesto constituye una grave restricción al acceso del público a su propio dinero, lo que socava la relación fundamental de confianza entre los clientes y las instituciones financieras. En un contexto donde los bancos deberían ser refugios de seguridad, esta medida refuerza el temor de que los ahorros de los ciudadanos están en riesgo, no por robo o fraude, sino por las propias políticas del Estado.
Las restricciones agravan un problema ya existente: la creciente renuencia de los cubanos a confiar en las instituciones bancarias. La imposibilidad de disponer libremente de sus fondos en un momento de necesidad refuerza la percepción de que los ahorros están más seguros fuera del sistema bancario, incluso guardados en casa. Este fenómeno no solo alimenta el escepticismo generalizado, sino que también socava el propio objetivo de bancarización que el gobierno pretende impulsar.
Las bonificaciones para pagos electrónicos y los beneficios propuestos para sectores específicos, como los campesinos, son intentos de mitigar la controversia, pero resultan insuficientes frente a la restricción de acceso al efectivo. Además, no todos los cubanos tienen acceso a los recursos tecnológicos o las infraestructuras necesarias para beneficiarse de los pagos en línea, lo que crea una desigualdad adicional en el sistema.
En lugar de imponer límites, el Banco Central debería centrarse en medidas que recuperen la confianza de los clientes, como garantizar la liquidez necesaria y establecer políticas que controlen la inflación. Sin estas acciones, las restricciones actuales no solo dañarán aún más la reputación del sistema bancario, sino que también agravarán la crisis económica y social en la que el país está inmerso.