El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestó en Tampa, Florida, a un joven cubano identificado como Víctor Manuel Izquierdo Peralta, de 21 años, justo el día de su cumpleaños, mientras acudía a una cita rutinaria con la agencia migratoria.

La detención ha causado gran consternación entre sus familiares, quienes aseguran que el muchacho ha cumplido estrictamente con todas las condiciones impuestas por las autoridades migratorias desde su llegada al país.

Según reportó Telemundo 31, lo que debía ser una simple actualización dentro de su proceso de supervisión, se convirtió en una pesadilla para Víctor y su familia. Desde el centro de detención, logró comunicarse brevemente con su esposa, Sunamy Pérez Alonso, a quien informó: “Me van a dejar detenido. Estoy con esposas en las manos, en los pies, en el estómago”, relató angustiado.

Víctor fue deportado a México en 2019, cuando aún era menor de edad. Sin embargo, en 2021 logró regresar a Estados Unidos por la frontera sur y recibió autorización para permanecer en el país bajo una orden de supervisión, aunque con una orden final de deportación activa.

Durante los tres años siguientes, se mantuvo fuera de problemas, cumplió sus citas con ICE y formó una familia: se casó con una ciudadana estadounidense y tuvieron un hijo, que actualmente tiene un año y ocho meses.

En 2024, la pareja presentó una solicitud de residencia permanente basada en su matrimonio. Sin embargo, a pesar de que ICE estaba al tanto del proceso legal en curso, informaron que Víctor debía esperar la resolución en Cuba, lejos de su esposa e hijo.

Su esposa ha lanzado múltiples llamados públicos para detener la deportación. “Él no es un criminal, es asmático y solo queremos una vida tranquila. Nuestro hijo necesita a su padre”, expresó entre lágrimas.

El abogado de la familia, John de la Vega, explicó que ICE considera a los inmigrantes liberados bajo el formulario I-220B como prioridad para la deportación, incluso si tienen solicitudes legales pendientes, como es el caso de Víctor.

La familia ahora espera una posible intervención humanitaria o un cambio en la decisión, mientras enfrentan la incertidumbre de una posible separación permanente.

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