Camagüey bajo el hedor del abandono hospitalario
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 22 de agosto de 2025

En la provincia de Camagüey, un grito de alarma vuelve a sacudir las redes: imágenes y testimonios del Hospital Provincial "Manuel Ascunce Domenech" revelan un escenario que parece sacado de una película de terror.
Los baños de la sala de cirugía se han convertido en verdaderas ruinas, con inodoros destruidos, paredes devoradas por la humedad, techos que amenazan con desplomarse y un hedor insoportable que invade cada rincón. Lo que debería ser un lugar de sanación se ha transformado en un foco permanente de infecciones y enfermedades.
Los pacientes que llegan con la esperanza de curarse, se enfrentan a un panorama indigno: la posibilidad real de salir más enfermos de lo que entraron. Según denunció el periodista independiente José Luis Tan Estrada en su perfil de Facebook, lo que prolifera en estos espacios son bacterias como estafilococos y estreptococos, símbolos de un abandono sanitario que ha alcanzado niveles críticos.
“Esto no es un simple descuido, es negligencia criminal”, señala la publicación compartida bajo la etiqueta #Camagüey se pudre (XIII), que ha encendido la indignación de muchos usuarios en redes sociales. La denuncia se convierte en un reflejo más de la distancia abismal entre el discurso oficial del régimen, que continúa vendiendo la imagen de una supuesta “potencia médica”, y la cruda realidad que enfrentan día a día los cubanos en hospitales que se desmoronan.

Los médicos y enfermeros, lejos de ser culpables, son las principales víctimas del desastre: trabajan en condiciones inhumanas, sin recursos adecuados, con instalaciones que amenazan su propia salud y la de sus pacientes. La heroicidad del personal contrasta con la irresponsabilidad de quienes gobiernan.
“Los hospitales de Cuba se han transformado en campos de exterminio silencioso”, denuncia Tan Estrada, dejando claro que lo que ocurre no es aislado, sino parte de un patrón sostenido de abandono y negligencia estatal.

En un país donde la propaganda insiste en mostrar logros sanitarios al mundo, la putrefacción de los centros de salud en provincias como Camagüey desnuda la verdadera cara del sistema: la salud pública convertida en ruinas, la vida ciudadana expuesta al peligro, y un pueblo que clama por dignidad.