En el inicio de las celebraciones navideñas, el arzobispo católico de Miami, Thomas Wenski, difundió un mensaje de fe y profundo contenido social en el que hizo un llamado directo a la empatía, la solidaridad y la acogida hacia las familias migrantes, en un momento marcado por la incertidumbre y el temor que viven miles de personas en el sur de Florida. El mensaje fue compartido a través de plataformas digitales, incluyendo YouTube, y retomado por Univision 23.

Durante su saludo, centrado en el nacimiento de Jesucristo, Wenski recurrió a uno de los pasajes más significativos del Evangelio: el viaje de María y José hacia Belén. Según explicó, se trató de una travesía difícil, lejos de su hogar, sostenida únicamente por la fe y la confianza en Dios. Para el arzobispo, ese relato bíblico guarda un claro paralelismo con la realidad actual de millones de personas que se ven obligadas a desplazarse en busca de seguridad, estabilidad y un futuro mejor.

“En muchos sentidos, su viaje nos recuerda a todas las familias de hoy que también están en movimiento, buscando seguridad, oportunidades y paz”, expresó Wenski, conectando el mensaje cristiano con el drama contemporáneo de la migración, especialmente en un contexto de redadas y deportaciones intensificadas en distintas zonas del país.

El arzobispo subrayó además el carácter multicultural del sur de Florida, una región donde convergen personas de múltiples nacionalidades, lenguas y tradiciones. “El sur de Florida está bendecido con gente de todas las naciones y lenguas. Un reflejo de la Iglesia Católica, es decir, la Iglesia Universal”, afirmó, destacando la diversidad no solo como un rasgo social, sino como un valor espiritual y humano.

En ese sentido, señaló que la misión de la Iglesia va más allá de la celebración litúrgica e implica acoger, acompañar y defender la dignidad de cada persona, independientemente de su estatus migratorio. “Al acogernos mutuamente, hacemos presente el amor de Cristo, quien vino a habitar entre todos los pueblos”, agregó.

El mensaje navideño concluyó con un deseo de renovación espiritual para los hogares y comunidades, alentando a vivir estas fechas como un tiempo de compasión activa, especialmente hacia quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. Wenski invitó a que el espíritu de la Navidad se traduzca en gestos concretos de cercanía, hospitalidad y solidaridad.

Este llamado se produce en un momento particularmente sensible. En días recientes, los obispos católicos de Florida, encabezados por el propio Wenski, solicitaron públicamente una suspensión temporal de las operaciones migratorias durante las fiestas de fin de año. La petición, dirigida al presidente Donald Trump y al gobernador Ron DeSantis, buscaba establecer una “pausa humanitaria” que permitiera a las familias migrantes celebrar la Navidad sin el temor constante a las detenciones.

Aunque el gobierno federal defendió la continuidad de las operaciones, el arzobispo insistió en que cualquier política migratoria debe aplicarse con respeto, racionalidad y humanidad. En ese marco, la Navidad en el sur de Florida se presenta no solo como una celebración religiosa, sino como una oportunidad para la reflexión colectiva y el fortalecimiento de la esperanza comunitaria.

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