Un trágico encuentro con un oso negro ha dejado consternada a la comunidad rural de Jerome, al suroeste de Florida. Un hombre de 89 años, identificado como Robert Markel, y su perro fueron hallados sin vida el lunes tras un ataque ocurrido cerca de su residencia, en las inmediaciones de la Reserva de Big Cypress.

La Oficina del Alguacil del condado Collier confirmó que el cuerpo de Markel fue encontrado en una zona boscosa, a pocos cientos de metros de su casa. Según la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), fue la hija de la víctima quien alertó a las autoridades tras presenciar cómo un oso atacaba al perro de su padre.

Para entonces, se sospecha que el ataque al hombre ya había ocurrido horas antes. El caso ha generado preocupación entre expertos y residentes, ya que se trataría del primer ataque fatal documentado por un oso negro en Florida desde que se llevan registros oficiales.

La FWC desplegó un operativo en la zona, instalando trampas y cámaras para localizar al animal responsable. Hasta el momento, tres osos han sido abatidos como medida preventiva. Las muestras de ADN recolectadas en el lugar del ataque y de los osos sacrificados fueron enviadas a un laboratorio en Gainesville, donde se intenta determinar si alguno fue el responsable directo del ataque a Markel.

Las autoridades han reiterado las recomendaciones básicas para encuentros con osos: evitar el contacto visual, retroceder lentamente y, en caso de ataque, defenderse de forma agresiva con cualquier objeto disponible. “Seguimos monitoreando el área mientras buscamos garantizar la seguridad de la comunidad”, señaló el oficial George Reynaud de la FWC.

El incidente también ha reavivado el debate sobre la creciente presencia de osos negros en zonas habitadas. La población de esta especie, antes considerada en peligro de extinción, ha aumentado notablemente en las últimas décadas, estimándose en más de 4,000 ejemplares en todo el estado. Esto ha provocado un incremento de los avistamientos y encuentros cercanos, especialmente en regiones rurales del norte y centro de Florida.

En respuesta a lo sucedido, las autoridades han instado a los residentes a extremar precauciones, resguardar a sus mascotas y evitar salir a zonas boscosas durante la noche o la madrugada.

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