El actor y dramaturgo cubano Yunior García Aguilera reaccionó al inesperado pronunciamiento de Laura María Gil González, hija del exministro de Economía Alejandro Gil Fernández, quien sorprendió al pedir un juicio “a puertas abiertas” y con total transparencia para su padre.
“La hija de Gil rompió el silencio. Y eso, en Cuba, no es poca cosa”, escribió Yunior en su perfil de Facebook, destacando el impacto político y simbólico de sus declaraciones, que —según él— “han puesto nervioso a más de un burócrata”.
El activista analizó con detalle los mensajes publicados por Laura María en redes sociales, resaltando su uso del lenguaje, la ironía y la prudencia aprendidas en contextos autoritarios.
“Su discurso es un ejemplo del lenguaje autocensurado, el que se aprende viviendo bajo una dictadura: frases que dicen lo justo para que el censor no te castigue, pero que el pueblo entiende perfectamente”, señaló García.
El dramaturgo describió ese estilo como “lenguaje de la sumisión forzada” o “discurso de la obediencia fingida”, una forma de comunicación heredada —dijo— de los juicios de Stalin, en la que incluso los acusados debían demostrar lealtad al poder mientras eran castigados.
“Los que hemos vivido bajo un régimen totalitario lo reconocemos enseguida. Se dice una cosa para el censor y otra para el pueblo. Y ella lo ha hecho de libro”, subrayó Yunior.
Para el creador del movimiento Archipiélago, el gesto de Laura María no solo es un acto de hija, sino también un acto de valentía política y personal. Su decisión de hablar públicamente en defensa de su padre —acusado de espionaje, malversación y otros delitos graves— rompe con la cultura del silencio que impera en los círculos de poder en la Isla.
En sus publicaciones, la joven invocó artículos constitucionales sobre libertad de expresión y defensa del honor, y exigió información clara sobre los países y hechos implicados en la acusación. También reclamó que el juicio sea televisado y abierto al público, una demanda sin precedentes recientes en el ámbito judicial cubano.
El caso ha cobrado relevancia no solo por la gravedad de los cargos contra el exministro, sino porque el pronunciamiento proviene de alguien que hasta hace poco formaba parte del aparato estatal —Laura María era especialista del Departamento de Importaciones del MINCEX— y que hasta ahora había evitado pronunciarse políticamente.
Que una hija de un exalto funcionario cuestione abiertamente la versión oficial de la Fiscalía es un hecho inusual que, según varios analistas, podría interpretarse como una señal de fractura dentro del círculo cercano al poder en Cuba.
Con su intervención, Yunior García no solo respaldó la postura de la joven, sino que subrayó el valor simbólico de su desafío, en un contexto donde el silencio suele ser la única forma de sobrevivir políticamente.