Donald Trump ha lanzado una nueva propuesta económica que ha generado tanto expectativas como controversias. Durante un encuentro con empresarios, el presidente de Estados Unidos promovió la creación de las llamadas “Cuentas Trump” para bebés, un plan de ahorro con beneficios fiscales que arrancaría con una aportación estatal de 1.000 dólares por cada niño nacido entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2028.
Según explicó Trump, el objetivo del programa es fomentar la inversión temprana en la educación, vivienda o emprendimiento de los futuros adultos estadounidenses. A partir de los 18 años, los beneficiarios podrían utilizar esos fondos para cubrir la entrada de una casa, pagar estudios o comenzar un negocio. Si el dinero se destina a otros fines, se aplicarían impuestos más altos.
La cuenta estaría vinculada al desempeño de los mercados de valores, lo que convierte la iniciativa en una especie de fondo de inversión con rentabilidad variable y beneficios fiscales diferidos. Además del aporte inicial estatal, las familias, tutores legales o incluso empleadores privados podrían añadir hasta 5.000 dólares anuales por cuenta.
Trump calificó la medida como “pro-familia” y alentó a los empresarios presentes en la reunión a invertir en cuentas para los hijos de sus trabajadores. La propuesta forma parte de un paquete legislativo más amplio que busca reactivar elementos clave de su agenda económica durante su presidencia, incluyendo recortes de impuestos y reducción del gasto público.
Sin embargo, la propuesta no está exenta de críticas. Aunque el programa se presenta como un beneficio nacional, en la práctica no sería universal: solo podrían acceder a él los niños que tengan al menos un padre con número de la Seguridad Social y permiso de trabajo. Esto dejaría fuera a muchos bebés nacidos en EE.UU. de padres inmigrantes indocumentados, quienes a pesar de ser ciudadanos por nacimiento, no cumplirían los requisitos administrativos para acceder a estas cuentas.
La exclusión de estos niños ha sido vista por algunos analistas como una maniobra política destinada a reforzar el mensaje antiinmigrante que ha caracterizado gran parte del discurso de Trump. Aunque la Constitución garantiza la ciudadanía a cualquier niño nacido en suelo estadounidense, este tipo de medida introduce nuevas barreras que segmentan el acceso a beneficios por el estatus migratorio de los padres.
La iniciativa también se aleja del enfoque de propuestas anteriores, como los bonos para niños de familias de bajos ingresos, que eran administrados directamente por el gobierno y buscaban reducir la brecha económica desde una óptica redistributiva. En cambio, las “Cuentas Trump” apuestan por la participación de fondos privados y el mercado de valores, lo que podría beneficiar más a las familias con mayor capacidad de ahorro e inversión.
Fuente: EFE
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