A quince días del paso del huracán Melissa, la Empresa Eléctrica de Santiago de Cuba informó que solo el 34,01% de sus clientes cuenta con servicio eléctrico, una cifra que refleja la magnitud de los daños y la lentitud del proceso de recuperación en una de las provincias más afectadas por el ciclón.
En un comunicado publicado el 10 de noviembre, la entidad confirmó que apenas 122.008 usuarios tienen electricidad en toda la provincia y que la mayoría de los municipios continúa con afectaciones severas.
El reporte técnico detalla que en el municipio cabecera permanecen sin servicio completo los circuitos 14, 21 y 23, mientras el resto de las zonas urbanas recibe electricidad de forma parcial. La empresa indicó que los circuitos “seccionalizados” —aquellos que solo suministran energía a determinados sectores— representan buena parte de los considerados “restablecidos”.
“Se avanza por tramos debido al nivel de daño y la falta de materiales. El proceso es lento pero continuo”, explicó la nota de la entidad.
Los municipios II Frente, Songo La Maya, San Luis, Contramaestre y Palma Soriano también figuran entre los más golpeados. Allí, solo una fracción de la población está conectada, y los trabajos avanzan “por etapas” debido a los daños estructurales en las líneas de transmisión.
En Tercer Frente y Mella, el panorama es aún más crítico: centenares de postes y transformadores destruidos mantienen amplias zonas en completa oscuridad. En el municipio de Guamá, el poblado de Chivirico sigue sin reconexión estable, dependiendo de un grupo electrógeno temporal para sostener los servicios básicos.
La empresa eléctrica pidió a los ciudadanos que aún no cuentan con suministro, pese a que su zona ha sido reportada como “trabajada”, que presenten reclamos al número 18888 para detectar averías no registradas.
Sin embargo, la respuesta de la población fue de frustración generalizada. En redes sociales, numerosos usuarios denunciaron que las brigadas reparan parcialmente un circuito y luego se trasladan a otro, dejando zonas inconclusas.
“Aquí trabajaron un día y no volvieron más”, escribió un residente del circuito 20, mientras otro usuario de Palma Soriano cuestionó “la falta de transparencia sobre qué barrios realmente tienen corriente”.
Vecinos de diferentes localidades relataron que llevan más de dos semanas sin electricidad ni conexión a Internet, en medio de un aumento de enfermedades transmitidas por mosquitos y problemas de saneamiento. La acumulación de basura y la falta de agua agravan la situación sanitaria, especialmente en hogares con niños, adultos mayores o personas enfermas.
En el policlínico López Peña, los trabajadores denunciaron que las cuadrillas “solo estuvieron unas horas” y que el lugar sigue sin energía, afectando el servicio médico.
La falta de información precisa alimenta la desconfianza de los santiagueros, que temen que, incluso cuando se restablezca el servicio, la red no sea estable debido a fallas previas, carencias de piezas y falta de mantenimiento preventivo.
“Podrán darnos corriente, pero si no arreglan bien las redes, en unos días volveremos a apagarnos”, comentó un vecino del reparto Rajayoga.
La Empresa Eléctrica de Santiago de Cuba asegura que mantiene a todas las brigadas activas y que trabaja “sin descanso” para restituir el servicio, aunque reconoce que la recuperación total podría tardar semanas más.
Mientras tanto, miles de familias siguen enfrentando las noches a oscuras, cocinando con carbón y esperando que, por fin, la luz vuelva a encenderse en sus hogares.
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