La polémica se ha apoderado de la Florida, luego de la decisión de extender la licencia para operar a una de las plantas nucleares más antiguas del mundo.
“La planta nuclear de Turkey Point operará hasta los 80 años. Se trata de los primeros reactores nucleares del mundo que consiguen el permiso para operar, en este caso hasta 2053”, han manifestado varios medios de prensa.
Para organizaciones ambientalistas como Miami Waterkeeper, es preocupante esta situación, sobre todo por el riesgo que implica que “el agua de los canales de enfriamiento de la central de Turkey Point se mueve hacia las fuentes que se usan para el suministro de agua potable del condado Miami-Dade a unos 30,5 centímetros por día”.
De acuerdo a la publicación de Efe, Miami Waterkeeper ha advertido que “los canales de enfriamiento de la central, que forman una red con una extensión en conjunto de 168 millas (270 kilómetros), no están revestidos. Eso significa que el agua que circula por ellos puede filtrarse al suelo y viajar en todas las direcciones”.
Los ambientalistas explicaron a Efe que "temen el impacto que tendrá la contaminación de las fuentes de agua subterránea para los habitantes de la Bahía de Vizcaya, la industria turística y "especies protegidas" como el cocodrilo americano".