Empresarios rusos tomarían próximamente el control del central azucarero “Uruguay”, en la localidad de Jatibonico, provincia de Sancti Spíritus, para intentar rescatar la producción del que antes fuera uno de los principales ingenios de Cuba.
Extrabajadores del llamado coloso de Jatibonico, en Sancti Spíritus, están preocupados ante la posibilidad de no recuperar sus puestos de trabajo. “Esto está más muerto que el cementerio”, dice un exempleado que perdió su trabajo a mediados del año pasado al diario independiente 14yMedio.
“En ese tiempo lo único que ha pasado aquí es que los jóvenes se han ido a chorros, la familia que no tenga un hijo balsero es porque tiene dos”, asegura. “Ahora se ha sabido que los rusos están preparando todo para reparar el central y para comenzar a producir. Dicen que, aunque traen sus propios trabajadores, siempre quedará alguna que otra plaza para nosotros”, comenta.
En octubre pasado, ante la prensa oficialista local, Eddy Gil Pérez, director de la Empresa Agroindustrial Azucarera Uruguay, se mostraba entusiasmado con la posible gestión rusa: “Estamos dentro de los nueve ingenios del país escogidos para estos negocios”, revelaba entonces.
Una empleada del hotel Zaza, un alojamiento cercano al central, indicó que ya los rusos estaban quedándose en el mismo. “La inversión es grande porque esto está hecho leña, pero se ve que los rusos vienen con recursos y con su propia gente para las reparaciones”, consideró.
“Llegaron, firmaron el contrato y ya están trabajando. Se están hospedando aquí y ya no estamos aceptando clientes nacionales”, apuntó. “Este lugar no es muy bonito, pero, como está apartado, era barato y está cerca de la presa, había gente que llegaba hasta aquí a pasar algunos días, pero ya se ha corrido la voz de que no estamos aceptando huéspedes cubanos”, agregó.
“Éramos como una familia, pero todo eso se perdió y ahora nadie nos dice si con los rusos vamos a beneficiarnos de que el Uruguay vuelva a moler”, lamentó un extrabajadora de la parte administrativa del ingenio.
En medio de la aguda crisis, el régimen comunista de La Habana ha buscado apoyo en Moscú, uno de sus principales aliados. Una donación de 25 mil toneladas de trigo procedente de Rusia llegó a La Habana el miércoles, mientras la isla sufre una escasez del grano que afecta severamente la producción de panes, dulces y otros alimentos.
Se conoce que el gobierno cubano acudió a Rusia para que lo ayudara con las reformas de mercado en la isla a través de una asociación con un grupo de expertos ruso, encabezado por el oligarca Oleg Deripaska. La creación de un “Centro para la Transformación Económica,” en asociación con el Instituto Stolypin para la Economía del Crecimiento, se produjo durante una reunión entre el líder cubano Miguel Díaz-Canel y una delegación de funcionarios y empresarios rusos en La Habana, celebrada en enero.