Julio César Guerrero Batista, padre de José Carlos Guerrero Gracia, una de las 13 víctimas de la explosión en la unidad militar de Melones, en Holguín, ha alzado su voz para exigir justicia y claridad en medio de su profundo dolor.
“El lugar de la explosión seguía detonando municiones. No se podía poner en riesgo a los rescatistas, investigadores y peritos”. Así justificaron las autoridades la falta de búsqueda y de investigaciones, según Guerrero Batista. Sin embargo, hasta hoy, los familiares no han recibido una explicación detallada de lo sucedido en esta tragedia que ha dejado un vacío irreparable en sus vidas.
“Yo exijo el cuerpo de mi hijo y de los demás. Quiero que sean encontrados”, expresó el padre, cuestionando además por qué ni el ministro de las FAR ni el secretario del PCC en Holguín se reunieron con las familias para expresar sus condolencias durante su visita a la provincia.
El dolor de las familias contrasta con el hermetismo de las autoridades, quienes, en medio de un panorama donde se hablaba de la liberación de presos políticos, eligieron este miércoles para confirmar la muerte de las 13 víctimas de la explosión.
Hoy, el clamor de los familiares de los fallecidos es uno solo: respuestas y justicia. La tragedia de Melones deja una herida profunda, mientras padres como Julio César no descansarán hasta recuperar lo que más valoran: el cuerpo de sus seres queridos.
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