Donald Trump arrasó en casi todas los condados fronterizos en Texas. El gobernado de Texas y aliado de Donald Trump, Greg Abbott, dio su apoyo a la propuesta de deportaciones masivas del mandatario electo y aseguró que comenzarán con los migrantes que tengan antecedentes criminales. Trump prometió durante su campaña expulsar del país a los 11 millones de personas que viven sin un estatus legal.
El elegido presidente "hará lo que casi todos los estadounidenses están de acuerdo que haga: comenzar con los criminales que están aquí", indicó Abbott, que dijo que Trump dejó "perfectamente claro" que las deportaciones son un proceso: "comenzarán con los criminales y después de que termine con eso, mirará a otros lugares".
El ex presidente, que consiguió hacerse el martes con una victoria arrolladora, ha prometido invocar una ley de 1798 y que solo se ha usado en tiempos de guerra para llevar a cabo su plan de expulsión de migrantes. Un reciente cálculo del Consejo de Inmigración Estadounidense (AIC) estima que EEUU gastaría 315 mil millones de dólares para deportar a 13 millones de indocumentados en más de una década.
Indiscutiblemente esta afirmación de Trump deja respirar un poco a aquellos cientos de miles que llegaron a Estados Unidos con el ansia de poder vivir en libertad y trabajar para sus familias.