Un miembro republicano de la Cámara de Representantes presentó el jueves una resolución para enmendar la Constitución de Estados Unidos con el fin de permitir que el presidente Donald Trump —y cualquier otro presidente futuro— sea elegido para un tercer mandato en la Casa Blanca.
Trump “ha demostrado ser la única figura en la historia moderna capaz de revertir la decadencia de nuestra nación y restaurar la grandeza de Estados Unidos, y se le debe dar el tiempo necesario para lograr ese objetivo”, dijo el representante Andy Ogles de Tennessee , quien propuso extender el máximo actual de dos mandatos electivos.
“Es imperativo que proporcionemos al presidente Trump todos los recursos necesarios para corregir el desastroso rumbo establecido por la administración Biden”, dijo Ogles en un comunicado.
“Está dedicado a restaurar la república y salvar nuestro país, y nosotros, como legisladores y como estados, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para apoyarlo”, dijo Ogles, un conservador de línea dura que está cumpliendo su segundo mandato en la Cámara.
“Estoy proponiendo una enmienda a la Constitución para revisar las limitaciones impuestas por la Enmienda 22 a los mandatos presidenciales”, añadió.
A lo largo de su carrera política, Trump ha insinuado repetidamente su voluntad de cumplir más de dos mandatos en el cargo.
“Sospecho que no volveré a postularme, a menos que digan: ‘Es tan bueno que tenemos que pensar en otra cosa’”, habría reflexionado Trump ante los republicanos de la Cámara de Representantes durante una reunión privada en noviembre, poco después de su victoria electoral sobre la exvicepresidenta demócrata Kamala Harris.
En mayo, al hablar con miembros de la Asociación Nacional del Rifle, Trump dijo: “No sé, ¿se nos considerará con tres o dos mandatos? ¿Seremos con tres o dos mandatos si ganamos?”.
La apertura de Trump a un tercer mandato no sorprende a algunas personas que lo conocen. El ex periodista de Fox News Geraldo Rivera, quien fue amigo de Trump durante décadas en Nueva York, predijo en diciembre que Trump y sus aliados pronto centrarían su atención en la Enmienda 22.
“Para referencia futura: el presidente Trump y compañía pronto comenzarán a hablar sobre revocar/enmendar la Enmienda 22, que limita a los presidentes a dos mandatos de cuatro años”, escribió Rivera en X.
La Enmienda Constitucional: Un obstáculo a superar
Modificar la Constitución para permitir un tercer mandato presidencial no es tarea fácil. Según el Artículo V, cualquier cambio a la Constitución debe pasar por un proceso en dos etapas:
Propuesta de la enmienda: La enmienda puede ser propuesta de dos maneras:
Por una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso (la Cámara de Representantes y el Senado).
Mediante una convención constitucional convocada por dos tercios de las legislaturas estatales.
Ratificación de la enmienda: Una vez propuesta, la enmienda debe ser ratificada por las legislaturas de tres cuartas partes de los estados (actualmente, 38 de los 50 estados) para que entre en vigor.
Modificar la Constitución es un proceso complejo que requiere un amplio consenso político y apoyo tanto a nivel federal como estatal.
Es importante destacar que, hasta la fecha, ningún presidente ha servido más de dos mandatos desde la ratificación de la Vigesimosegunda Enmienda en 1951. Cualquier intento de eliminar o modificar el límite de mandatos presidenciales implicaría un proceso legislativo y de ratificación significativo.
La alternativa del vicepresidente
A pesar de la prohibición explícita de un tercer mandato, existe una vía legal que podría permitirle a Trump seguir ejerciendo el poder: ser elegido vicepresidente. La Enmienda 22 solo prohíbe que un presidente sea elegido más de dos veces, pero no impide que una persona ejerza el poder presidencial a través de otra vía.
Una teoría plausible es que Trump se postule como vicepresidente en 2028, con un candidato presidencial que lo elija como compañero de fórmula. En un escenario hipotético, el presidente electo podría renunciar, permitiendo que Trump asuma la presidencia nuevamente. Además, la Enmienda 25 establece que si un presidente no puede ejercer sus funciones, el vicepresidente asume el poder de manera interina, lo que abriría la puerta a un escenario en el que Trump, aunque no electo presidente, retome el control del país.
¿Un miembro de la familia Trump en la Casa Blanca?
Otra posibilidad que ha sido discutida es la de que un miembro cercano de la familia Trump asuma la presidencia en una futura elección, mientras Trump continúa ejerciendo su influencia detrás de las cámaras. Esta opción se basa en la idea de que, aunque un familiar ocupe la Casa Blanca, Trump podría continuar tomando las decisiones clave sin necesidad de ser formalmente presidente. Aunque el presidente formalmente elegido ostentaría el poder, las decisiones de fondo podrían estar en manos de Trump, lo que le permitiría seguir gobernando de manera indirecta.
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