El caso de la activista y curadora de arte Anamely Ramos provocó este miércoles la condena de ONG y políticos. Todos criticaron al régimen de La Habana por obligar a la compañía estadounidense American Airlines a impedir a Ramos abordar un vuelo de regreso a Cuba.
“La artista y educadora cubana Anamely Ramos tiene derecho a regresar a su país. El régimen está bloqueando su regreso por miedo a lo que pueda decir. Otro intento cobarde del Gobierno cubano de intimidar a sus propios ciudadanos y aplastar la disidencia. No funcionará”, dijo el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols.
“La familia Castro y su delfín Díaz-Canel siguen administrando Cuba como su finca particular, eligiendo quién tiene permiso para entrar. Pero así muestran cuánto miedo le tienen a las voces que denuncian la falta de libertades en la Isla cárcel. ¡Cobardes!”, dijo la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar.
Mario Díaz-Balart condenó el destierro de Anamely Ramos por la cobarde dictadura Cubana. El congresista recordó que hace unos meses se reunió con la activista para denunciar la detención de Maykel “Osorbo” Castillo y otros presos políticos.
“El Gobierno de Miguel Díaz-Canel impone una prohibición ilegal de ingreso a la defensora de derechos humanos Anamely Ramos, ciudadana cubana y prominente lideresa del Movimiento San Isidro. Es evidente el miedo que tiene Díaz-Canel de las voces con la legitimidad para denunciar las violaciones de derechos humanos”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“HRW repudia este abuso. Regresar al país de origen es un derecho humano. Cuba es de los cubanos, no del régimen”, dijo Juan Pappier, investigador senior de la división Américas de esa ONG.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) dijo que es “una muestra más de la agenda llevada a cabo por las autoridades cubanas al expulsar y no dejar entrar a opositores, activistas y personas con ideas contrarias al régimen”.
El presidente de Prisoners Defenders, Javier Larrondo, dijo al diario español ABC que “el régimen ha actuado como lo que es, está reprimiendo la entrada al país a un ciudadano que legalmente tiene derecho a esa entrada. Está violando todos los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Según Larrondo, el artículo 24.1 de la Ley 1.312 de Inmigración de Cuba contempla el impedir la entrada a cualquier ciudadano que se considere indeseable. Esto es lo que hacen con todos los que ellos llaman desertores, que el Ministerio del Interior les declara como abandono de misión (en especial en el caso de los médicos) e inmediatamente después los declara como emigrados, y como indeseados internamente, por lo que no pueden entrar en Cuba durante ocho años.
“Esto, que ya han sufrido entre 40 000 y 50 000 personas y que alrededor de 5000 lo sufren actualmente, es lo que le está pasando a Anamely. Esto no es excepcional, gracias a la ley de inmigración que tiene los dispositivos necesarios para que Cuba impida la salida e impida la entrada a quien le de la soberana gana”, agregó a la citada fuente.
Anamely Ramos protesta frente al restaurante Versailles en Miami. La activista abandonó el aeropuerto internacional de Miami después de la negativa de American Airlines.
“Lo más importante aquí es no normalizar lo que está sucediendo. Seguir presionando con la exigencia de que yo necesito regresar a Cuba y no tengo país, no tengo casa, por lo tanto, permaneceré en la calle”, dijo Anamely Ramos a Cubita NOW.
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