Yudinela Castro Pérez, madre de un joven de 18 años detenido por participar en La Habana en las protestas antigubernamentales del 11J, manifestó este miércoles su voluntad de mantener la lucha por la liberación de su hijo, que enfrenta a una petición fiscal de 23 años.
Rowland Jesús Castillo Castro es uno de los 33 enjuiciados esta semana en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre por la protesta en la esquina de Toyo de esa localidad, donde hubo enfrentamientos entre civiles y uniformados y los policías llegaron a realizar disparos.
Se le acusa del presunto delito de “sedición”, una figura comúnmente empleada por las autoridades cubanas contra los manifestantes del 11 de julio de 2021. En declaraciones a 14yMedio, la madre explicó que no pudo asistir al juicio porque se sentía mal debido al cáncer que padece. Sin embargo, aseguró que el jueves volverá al tribunal.
“Voy a seguir luchando por su libertad, cueste lo que cueste”, dijo. El lunes estuvo en una manifestación pacífica en el cercano Parque de Juan Delgado junto a otras madres. “Hicimos una oración, varias plegarias tomadas de las manos por nuestros hijos”, detalló.
Ese día, agentes represores terminaron arrestándola a ella y otras 14 personas, entre las que se encontraba la activista Carolina Barrero y Daniela Rojo, exmiembro de la plataforma Archipiélago y madre de dos niños.
“Sobre las cuatro de la tarde, vimos que se acercaron al tribunal los camiones en los que se iban a llevar a los muchachos. Entonces llegó una guagua en las que nos llevaron detenidos a los que estábamos en el parque”, recordó.
“Tuvimos que esperar hasta las 11 de la noche para que llegaran los agentes de la Seguridad del Estado a interrogarnos. Uno de ellos, el agente Denis me dijo que yo me estaba relacionando con personas contrarrevolucionarias y terroristas”, explicó.
Castro mencionó que algunos detenidos los condujeron hasta Villa Marista, mientras que, a ella, por ejemplo, la llevaron hasta la unidad policial de San Miguel del Padrón. “El agente Denis también me amenazó con enviar a mi hijo a una prisión en Guantánamo, bien lejos de La Habana cuando fuera condenado”, refiere.
“Me dijo que, si yo seguía reclamando y protestando, eso era lo que iba a pasar, así que le respondí que a cualquier lugar que lo mandaran fuera Pinar del Río, Santiago de Cuba o la Isla de la Juventud, allí iba a ir yo también. Si me tengo que ir a vivir a Guantánamo, me voy. Nunca voy a abandonar a mi hijo”, sostuvo.
Como otros familiares de presos del 11J, Castro denunció incoherencias en las declaraciones contra los acusados. “Los testimonios de los policías fueron muy incoherentes, incluso uno de los instructores de investigación penal que habló fue regañado por la secretaria de la sala por la actitud déspota que tenía”, aseveró.
De igual modo, comentó que conocía a varios de los jóvenes procesados por las protestas y que eran “muchachos buenos” que ahora estaban en la Prisión de Menores Jóvenes de Occidente del Guatao.
“Mi hijo no puede estar un día más en esa prisión pasando todas las necesidades que se pasan en una cárcel en Cuba”, plantea y asegura que haber protestado el lunes le permitió ver al joven aunque fuera unos 20 minutos.