Una donación de 25 mil toneladas de trigo procedente de Rusia llegó a La Habana este miércoles, cuando la isla sufre una escasez del grano que afecta severamente la producción de panes, dulces y otros alimentos.
El régimen agradeció el donativo en un acto político en la terminal portuaria Luis A. Turcios Lima, de la capital, con presencia del embajador ruso Andrei Guskov, quien expresó la voluntad de su país de continuar la colaboración con Cuba, tanto de forma directa como por intermedio de organizaciones humanitarias internacionales.
En el acto estuvo presente, por la parte cubana, la viceministra primera del Ministerio de Comercio Exterior, Ana Teresita González. El embajador ruso recordó los acuerdos bilaterales potenciados con la visita del presidente Miguel Díaz-Canel a Moscú, en noviembre del año pasado, para el desarrollo en la isla de áreas como la industria, maquinarias, transporte y energía, entre otras, señaló la oficialista Prensa Latina.
La donación de trigo se conoció a finales del año pasado, luego de que el gobierno ruso, estrecho aliado político del régimen comunista de La Habana, destinara más de 800 millones de rublos al Ministerio de Emergencias para la compra y entrega del producto al país caribeño.
El Ministerio de Emergencias de Rusia se encargaría del transporte y entrega la ayuda humanitaria a Cuba, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores debía asistirle en las operaciones, decía la información oficial.
En abril pasado, Cuba recibió un donativo de cerca de 20 000 toneladas de trigo procedente de Rusia, luego de un acuerdo para enviar los granos a la isla, que enfrenta hoy una de las peores crisis de alimentos desde el comienzo de la revolución castrista. Rusia constituye uno de los mayores exportadores de trigo del mundo.
La rotunda escasez de harina de trigo ha provocado que el gobierno instale plantas para producir harina de yuca y sustituir el grano. Algunas provincias ya comercializan dulces y panes elaborados 100 por ciento a partir del derivado de la vianda. En 2022, echó a andar la primera planta de producción de harina de yuca, ubicada en el municipio de Abreus, en la provincia de Cienfuegos.
Asimismo, un directivo de investigaciones agropecuarias en Cuba sugirió el uso de harina de garbanzo en la elaboración de panes y dulces, al defender la relativa facilidad que ofrece el grano en cuanto a su cosecha.
Recientemente, trascendió que el Estado cubano financió la instalación de otra planta para la obtención de harina de yuca en la provincia de Artemisa, en el occidente del país. La Empresa Cítricos Ceiba (ECC), ubicada en Caimito, se ocupa del montaje de la línea de producción y la preparación del local.
“Bajo cosecha hay unas 9 hectáreas (ha) de yuca, suficientes para el inicio. Dentro del total de tierras, tenemos un programa para la siembra de la yuca; como mínimo en un año debemos sembrar 300 ha para mantener la industria, con un rendimiento de entre 8 y 10 toneladas (t) por ha”, explicó Alejandro Valdés, director general de la ECC.
Sobre el destino del producto, el directivo apuntó: “El primer sitio será la tienda de venta del municipio, la industria alimentaria y también la venta en divisa”.
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