El cineasta cubano Juan Carlos Cremata conversó recientemente con el activista e influencer Eliécer Ávila sobre su salida de Cuba, su ruptura con el régimen de La Habana y la muerte de su hija, una adolescente de apenas 19 años.
"Mi hija era una persona extremadamente sana", cuenta el artista quien asegura que la joven falleció en condiciones muy raras, misteriosas.
Para Cremata ella era lo más importante en su vida desde que su madre murió. "La tuve que abandonar cuando tenía 14 años, iba a cumplir sus 15", explica sobre su salida de Cuba. Un paso que decidió dar en medio de las presiones que recibía por su obra y sus opiniones políticas.
"La muerte (de ella) cerró toda posibilidad de esperanza y de ilusión en la vida", asegura.
"Mi vida perdió sentido. Yo soy una persona triste, soy una persona que vive sin ilusión, aun cuando yo aquí pudiese ganar dinero, fama, pero nada de eso me interesa porque todo eso estaba en función de mi hija", agregó en otro momento del diálogo.
"Yo no tengo duda de que a mi madre y a mi hija las mató ese sistema. Es mentira que el sistema de salud es una potencia médica", agregó.
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Cremata agradeció también el apoyo que en esos momentos le brindó la actriz y humorista Aleanis Jáuregui, conocida como Cuqui la Mora, quien protagonizaba una obra de teatro de su autoría titulada SOS Cuba.
"Si quieres conocerme de buena tinta, mira esta sentida y honesta entrevista que me realizó Eliecer Ávila y dónde hablo de las muy raras condiciones de la muerte de mi hija", escribió el artista en sus redes sociales.
Cremata, quien visitaba a menudo EE.UU. decidió quedarse en el año 2016, “cuando sentí que en Cuba ya no me iban a permitir siquiera ‘disparar un chícharo’”. Con 54 años en ese entonces, el artista confesó que si lo había hecho antes fue porque su hija “a la que extraño con toda mi alma…”, vivía en La Habana.
Dos caballos militares se liberaron y corrieron descontrolados por las calles de Londres.
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