Un joven motorista cubano cuenta el emotivo momento que vivió cuando transportó a un anciano hasta una terminal en Santiago de Cuba.
El joven cuenta que el buen hombre le dijo que no podía pagarle todo lo que costaba el viaje porque se quedaría sin dinero para llegar a su casa en Guantánamo.
Pero se sorprendió cuando el jovencito le dio una respuesta que no esperaba. El joven lo llevó gratis y le deseó un buen viaje hasta su casa:
“Eran aproximadamente las 12:25 del mediodía cuando me encontré a este señor en el Clínico donde el mismo me preguntó que cuanto yo le cobraba hasta la terminal de calle 4 yo le respondí que esa carrera costaba 200$ él mismo me dijo que era mucho y que me podía dar 150$ yo le dije: monta señor...”
“Ahí empezó está bonita y triste historia. Durante el recorrido el señor y yo veníamos conversado. Él me contaba que había ido a realizarse un chequeo al Clínico,Yo le pregunté que de dónde el era, él respondió que era de Guantánamo del municipio el Salvador y que tenía 73 años. Yo le dije que podría ser mi abuelo él se sonrió, me preguntó mi edad y le dije: señor solo tengo apenas 26, entre una cosa y otra la conversación se puso sería cuando él me dijo que estaba aquí en Santiago desde ayer y que no había comido nada que esa era la razón por la cual él no podía darme los 200$ que no tenía suficiente dinero para regresar a su casa, yo le dije que hablando uno se entiende, él me dijo que eso es mi sacrificio que el sabía del problema que tenemos con la gasolina”.
“Cuando nos íbamos acercando a calle 4 yo me identifiqué con el señor y le dije que yo pertenezco a un Club que ayudamos a personas con serías necesidades el señor me dijo que cómo eso era posible, le dije así como mismo te estoy diciendo cuando llegamos al destino final se bajó y le saque el carnet que nos representa. Ahí mismo le dije que yo no le podría cobrar. Él con su rostro entristecido me dijo: coja su dinero que eso es tu trabajo, y yo que no y que no que lo único que yo quería que me permitiera tirarme una foto para publicar esta linda historia en nuestro grupo Club Montaña y me dijo que sÍ que no había problema en eso, la despedida fue un poco triste para mí al ver al señor agradecido”.
“Las últimas palabras del señor fueron: Dios te bendiga mijo para que sigas haciendo cosas maravillosas me voy agradecido para mi casa y saber que aún quedan personas buenas en la tierra. Mis últimas palabras fueron: Que tengas buen viaje padre y espero que llegues bien a casa espero volvernos a ver algún día cuídate mucho”.
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