La española Ana Hurtado, defensora del castrismo que dice ser periodista independiente en sus redes sociales, arremetió el miércoles contra el cantautor cubano Pablo Milanés, empleando palabras peyorativas para expresar su desacuerdo con el reciente concierto del artista en La Habana.
A través de una directa en Facebook, Hurtado calificó de “gusano” y “ruin” a Milanés, uno de los máximos exponentes de la llamada Nueva Trova en Cuba. “En los últimos días he estado viendo (…) que hay disputas por lo que está pasando en La Habana por el concierto del gusano, de Pablo Milanés”, dijo.
“Hay revolucionarios que están a favor, revolucionarios en contra y, bueno, yo creo que Pablo es un gusano. Desde el año 92, ha sido una persona bastante ruin y demás”, expuso.
Sin embargo, Hurtado defendió una supuesta “tolerancia” del gobierno cubano al permitir que el artista realizara su concierto. En tal sentido, citó unas líneas del vocero oficialista Iroel Sánchez. “No es prohibiendo como se demuestra cuán sólido es lo que defendemos”, expresó Sánchez y Hurtado lo repitió.
“Creo que ha resumido muy bien cuál es la esencia de la revolución”, comentó. A su juicio, el régimen dio “una clase de ética y de dignidad de lo que es este proceso socialista que empezó el 10 de octubre de 1868”.
“Fíjate si en Cuba no hay libertad de expresión, que le abre las puertas a un gusano para que cante. Fíjate si es una dictadura que va el mayor de todos los gusanos y se le da cancha para que cante”, dijo más adelante. “Ni en un concierto de Pablo Milanés, ni de Carlos Varela, ni en un 11 de julio, va a pasar nada, porque la calle es de los revolucionarios
En otro momento de su directa, la española criticó a los cubanos que se quejaban de sus problemas en redes sociales antes de trasmitirlos a los CDR, la FMC o cualquier otro organismo gubernamental. “Hay mucha gente que las usa (las redes sociales) para la pacotilla y armar escándalo”, aseguró. “Jamás las usaría para criticar el proyecto socialista, porque creo que no es el canal para eso”, sostuvo.
La polémica por el concierto del trovador, que primeramente se realizaría en el Teatro Nacional, se generó luego de que el Estado reservara una “cantidad” de entradas para organizaciones políticas y gubernamentales, dejando fuera a un gran número de seguidores que desde la madrugada se habían concentrado en las afueras del recinto con el fin de comprar los tiques.
El desacuerdo presionó a las instituciones responsables para que la presentación se cambiara de sede al Coliseo de la Ciudad Deportiva el martes. Muchos cubanos denunciaron un amplio despliegue de agentes de la Seguridad del Estado y cortes de internet durante el concierto del trovador, que en varias ocasiones ha expresado sus discrepancias con el castrismo.
Sin embargo, incluso la prensa oficialista elogió las interpretaciones del artista, que se ha visto alejado de los escenarios prolongadamente debido a problemas de salud. “Pablo cantó al desamor, a los afectos, a las ausencias, al país que no fue y no será, a los amigos que no están, a los diferentes, al silencio, a la inefable Yolanda. Alguien por ahí escribió que lo mejor del concierto fue que el músico juntó a muchas personas distintas, que creen en muchas Cubas distintas”, escribió la revista Alma Mater.