Foto: Raúl Navarro (Periódico Girón)
La ciudad de Matanzas sufre prolongadas interrupciones en el servicio de abasto de agua, una situación que golpea con fuerza a distintos sectores y se vuelve crítica en zonas como Versalles y Naranjal Norte. En ambos repartos, residentes describen un panorama sostenido de carencias, con cortes extensos y un suministro inestable que altera la vida diaria.
En Versalles, un vecino consultado por Martí Noticias resume el malestar con una frase contundente: “Una desgraci. Tengo 84 años y jamás en la vida yo había visto esto; hasta tres semanas sin agua”. La denuncia no se limita al tiempo sin servicio: también apunta a la falta de respuesta institucional ante las quejas ciudadanas.
Según el residente, acudir a los canales oficiales habilitados por las autoridades locales no ofrece resultados. En sus palabras, quejarse por esas vías es "por gusto", una percepción que se repite entre afectados que aseguran no recibir soluciones concretas ni información clara sobre cuándo se normaliza el abasto.
En Naranjal Norte, el problema se agrava por la ausencia de presión en la red. Ania, vecina del reparto, explica que la poca agua que llega no logra subir a los pisos altos de los edificios, dejando a muchos apartamentos prácticamente desconectados del servicio durante largos periodos.
“Vivo en un apartamento y ni sé cuándo llega. La ponen cuando quieren y muchas veces no llega ni al primer piso. Es horrible”, comenta, al describir un suministro impredecible que obliga a almacenar agua cuando aparece y a reorganizar la rutina doméstica.
De acuerdo con el periódico provincial Girón, el sistema hidráulico requiere entre 16 y 24 horas de bombeo ininterrumpido para estabilizar las presiones en la red. Sin embargo, las afectaciones eléctricas limitan esa operatividad y convierten el restablecimiento en un proceso irregular, con avances y retrocesos.
La prensa oficial señala que los disparos en el fluido y la inestabilidad del voltaje provocan averías en los motores de bombeo, lo que complica aún más la recuperación. Mientras tanto, la Empresa de Acueductos y Alcantarillados de Matanzas informa que sus brigadas trabajan en la reparación de equipos y en la atención a salideros de gran escala.
Martí Noticias intenta contactar con la oficina de atención a la población del Gobierno provincial, pero no obtiene respuesta. En paralelo, la situación se cruza con señales de preocupación sanitaria: la prensa oficial reporta más de 3.100 atenciones médicas por infecciones respiratorias agudas durante la última semana.
Andrés Lamas Acevedo, director del Centro Provincial de Higiene de Matanzas, afirma que no hay casos graves, aunque sí se registra un incremento de padecimientos, sobre todo en el municipio de Jovellanos. Como refuerzo, se implementa el uso obligatorio de mascarillas en consultas de centros de salud pública, una medida que residentes como Eloy confirman desde el terreno: “Dicen que eso está malo".
En este contexto, organizaciones independientes aseguran que la crisis sanitaria es más severa de lo que reconoce el régimen. El informe más reciente del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), publicado por el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, sostiene que las muertes asociadas al chikungunya y otros virus que circulan en la isla podrían ascender a 8.700, elevando la alarma sobre un escenario de deterioro simultáneo de servicios básicos y salud pública.
Fuente: Martí Noticias
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